Las paredes han sido a lo largo de la historia –y en gran medida, desde el nacimiento de la era industrial, en los centros de trabajo– un espacio de expresión generalmente anónimo y muchas veces incluso clandestino, que han permitido dar rienda suelta a sentimientos, reivindicaciones, críticas y expresiones de toda clase. En palabras de Brassaï, son el “idioma de las paredes”.
En esta exposición David Ribas reivindica el idioma de las paredes. Recoge, por una parte, escritos y dibujos realizados en los miradores[1] de los molinos papeleros, “Grafitos 1894-1960” y, por otra, muestra su trabajo pictórico con frases incisivas, que reproduce sobre papel, “Graffiti 2010-2018”. Y ello en el mirador del Museu Molí Paperer de Capellades, edificio emblemático de estas construcciones industriales de los siglos XVII-XVIII en Cataluña.
I. Grafitos 1894-1960
Grafito
1. m. Mineral untuoso, de color negro y lustre metálico, constituido por carbono cristalizado, que se puede producir artificialmente y se...usa en la fabricación de lapiceros y en otras aplicaciones industriales.
2 m. Escrito o dibujo hecho a mano por los antiguos en los monumentos.
Fuente: DLE (RAE)
Serie de capturas fotográficas de más de 250 dibujos y textos recuperados de los miradores de los molinos papeleros de la cuenca del Anoia y, en particular del vall del Riudebitlles (Alt Penedès). Esta parte de la exposición denominada “Grafitos” porque la escritura o dibujos están hechos básicamente a lápiz. Recogen las voces de quienes trabajaban en estos espacios luminosos, donde se tendía el papel para que se secara. Esquelas, nacimientos, divertimientos, amores, hechos históricos... Pequeños relatos de la vida cotidiana, familiar y política que transcienden el ámbito privado.
II. Graffiti 2010-2018
Instalación del trabajo pictórico de David Ribas con tipografía de letras de molde procedentes de un comerciante de vinos. Si en la primera parte de la muestra Ribas captura imágenes, en esta captura frases, con mensajes provocativos, que imprime sobre papel. De “Digamos no” a “Las calles serán siempre nuestras” o el mismo título de la exposición “El arte es una venganza”, la muestra es, también, un homenaje al Mayo del 68 francés en su 50 aniversario.
Proveniente de una zona de tradición industrial papelera, el valle del Riudebitlles, y habiendo vivido en un molino papelero, en un entorno de molinos papeleros de los siglos XVII y XVIII, Ribas se siente muy vinculado al papel, material que utiliza cada vez más como soporte de su trabajo artístico.
Imágenes de la Exposición
David Ribas – Cortesía de HD Riudebitlles
Entrada actualizada el el 01 may de 2018
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