35 años de los primeros casos de VIH/SIDA en México, no podemos entender este periodo histórico de manera despolitizada: junto con el SIDA se propaga una campaña retrógrada para regular y limitar los modos de entender y vivir nuestros cuerpos, afectos y sexualidades. Hasta la fecha, solo los cuerpos que aparentan ser sanos (física, mental y sexualmente) son dignos del estatuto de lo humano. El resto somos esos otros potencialmente infecciosos, ya sea biológica, social o moralmente. En consonancia con lo anterior, cuando estudiamos los modelos de gestión del VIH/SIDA, se revela una herida profunda y compleja: la lógica por la cual unos grupos sociales son deliberadamente más protegidos que otros en función de la raza, la clase, el género, la sexualidad y las capacidades corporales, emocionales y mentales, sigue dictando las agendas políticas, los programas de salud pública y el acceso a la educación y al tejido económico. Por...lo tanto, la lucha contra el SIDA es, en realidad, otro capítulo de una lucha histórica más amplia, que sigue vigente y que busca el quiebre de la lógica “inclusión/exclusión” y “privilegio/opresión”.
El chivo expiatorio: SIDA + violencia + acción, no pretende destilar respuestas universales ni denunciar un sinsentido bélico desesperanzador. Esta exposición, cuyos artistas y activistas participantes nos visibilizamos como VIH+ y que se nutre del conocimiento y las experiencias de artistas y académicos aliadxs, se ofrece al público como un espacio potencial de cuestionamiento y transformación para vernos en otros ojos, quiebres y conquistas. Buscamos nuevas reacciones por imaginar, otros vínculos por construir y diferentes formas de revertir la lógica “inclusión/exclusión” y “privilegio/opresión” que también replicamos desde nuestros espacios cotidianos y desde los mismos movimientos disidentes a los que nos adscribimos. Como tal, esperamos que esta exposición pueda suponer un gesto empático, un guiño a las luchas que todas y todos abordamos en nuestro día a día bajo el entendido de que no es posible mantenerse al margen del ejercicio de la violencia, pero sí lo es observarlo y cuestionarlo las veces que sean necesarias.
Entrada actualizada el el 08 may de 2018
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