Artista por vocación, tras un largo bagaje entre las fronteras que dividen el graffiti y la pintura tradicional, empezó a entrelazar y combinar las más diversas técnicas pictóricas en busca de un estilo propio, marcado hondamente por su temperamento
Artista por vocación, tras un largo bagaje entre las fronteras que dividen el graffiti y la pintura tradicional, empezó a entrelazar y combinar las más diversas técnicas pictóricas en busca de un estilo propio, marcado hondamente por su temperamento.
Nacido en Menorca el año 1982, en su juventud destacó por su calidad y tibieza constructiva. De sus primeras obras cabe enfatizar la gran capacidad que demostró al sintetizar los elementos figurativos con los colores más taciturnos; las curvas humanas con las tangentes de la luz; dejando, a la vista de todo ojo pudoroso, un sinfín de significados tejidos por el lirismo de la composición. Sobria pero embriagada al mismo...tiempo, la obra de Tutzo se reinventa cada vez que la mirada del espectador la descubre. Su huella evoca a la soledad y a lo desconocido, pero también a la ternura, al sexo, al amor y al mismo Arte. Sus trazos se disponen sobre el lienzo transformando la blancura con un rigor exquisito. Al pintar crea nuevos conceptos, figuras y formas que en algunos casos han ido reapareciendo y perfeccionándose en posteriores cuadros. Podríamos definir el arte de este joven como un arte fronterizo, siempre rompiendo barreras y transfigurando limites. Su obra no deja a nadie indiferente. Recuerdo perfectamente lo que sentí frente a una de sus primeras obras, sin nombre ni título.
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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