En el trabajo de Pamen Pereira aparecen con mucha frecuencia expresiones de una aparente dualidad de principios a simple vista opuestos o enfrentados, haciendo una reflexión sobre la integración de éstos en una unidad indisoluble que no es más que una percepción errónea de la existencia.

En los últimos años ha viajado mucho y de estos viajes resaltaría tres lugares que han marcado, claramente, un punto de inflexión en su vida: su estancia en Japón, su estancia en la Antártida y su más reciente estancia en el desierto del Sahara, intermitente en los últimos tres años. Su estancia en Japón supuso reafirmar un vinculo con la naturaleza que ya tenía y sentía anteriormente; allí estableció el vínculo con su propia naturaleza versus ... Naturaleza y con la manera de trabajar con ella de manera que su intervención es casi imperceptible.

Su estancia en la Antártida fue un encontrarse con la Naturaleza en su estado más puro, instintivo, más brutal y salvaje, una Naturaleza donde lo sublime no tiene absolutamente nada que ver con la mano del hombre ni con su conocimiento.

Trabajando con energías muy sutiles y mediante un proceso de trabajo largo y complejo donde lo ritual e instintivo toman el protagonismo, sus últimas obras se engloban bajo el título genérico 'El mundo entero es medicina' y sobre este tema, afirma la autora, tratará su trabajo durante unos años. Fondos dorados con pan de oro y montañas dibujadas con venas rojas, estableciendo una relación absolutamente dependiente del todo con las partes y las partes con el todo. Las venas forman el mismo recorrido que los ríos en la tierra, que las raíces o las ramas de un árbol o la ramificación del sistema nervioso. Sabemos que es la comprensión de esta interrelación lo único que puede curar tanto a la humanidad como al individuo con relación a su existencia en la Naturaleza. Es urgente esa toma de conciencia de que todo funciona como una gran red de conexiones.

El arte tiene un carácter fundamentalmente social en cuanto que no puede separarse de la experiencia. La práctica artística debe crear y manipular energía, de no ser así carece de interés. Entendamos la creación como investigación y la investigación como creación convencidos de su importancia en los procesos sociales. Con esta idea Pamen Pereira participa desde hace tres años en un encuentro artístico llamado Artifariti que se celebra en Tifariti, enclave situado en pleno desierto del Sahara Occidental, con la intención de reflexionar sobre la creación, las prácticas artísticas y la capacidad del arte de cuestionar y transformar la realidad. Es en este sentido social además de en el puramente poético, en el que 'el mundo entero es medicina'.