Esta es la primera exposición a nivel mundial de un período muy temprano, y casi desconocido por el público, de la obra del maestro Augusto Torres.
Hasta ahora nadie había reunido en una exposición monográfica las creaciones sorprendentemente maduras de este artista, producidas en el período que va de 1930 a 1940. Obras todas ellas de innegable valor artístico que durante años la Galería de las Misiones ha venido reuniendo para esta muestra, contando para ello con la colaboración indispensable de su hijo Marcos Augusto Torres Andrada.
En 1930 Augusto era un adolescente de 17 años una formación artística muy superior a la de cualquier joven de su edad. No en vano había asistido como espectador a las tertulias artísticas que se celebraban en casa de sus padres. Donde Mondrian, Arp, Van Doesburg, Calder, Delaunay, Lipshitz, entre otros, la frecuentaban con cierta periodicidad. También iba al taller de Amadée Ozenfant que le...daba clases de dibujo, lo que también fue importante en su formación.
Durante esos primeros años de la década de los treinta, Augusto, aún casi un adolescente, en un medio artístico como el de Paris, que congregaba a los grandes creadores del momento, recibe estímulos de todas partes, los asimila y los transforma a su forma de entender el arte. No sólo los clásicos modernos como Velázquez y Goya, sino también los pintores de vanguardia como Kandinsky, Mondrian, Picasso y, sobre todo, Pâul Klee, van a resultar una influencia fundamental que se sumarán a las recibidas de su padre.
Pese a que Augusto nunca renunció a la figuración, realiza en estos años algunas obras totalmente abstractas con elementos puramente geométricos, rigurosamente estructurados y de gran riqueza cromática. Entre ellas se destacan tres pequeñas pero maravillosas obra de arte que se exhiben en esta muestra. Se trata de Lineal en fondo blanco, Estructura lineal y Formas geométricas.
A esta serie de abstracción geométrica, el artista contrapone otra de excelentes y enigmáticos cuadros, también de pequeño formato, como Iglesia verde o Iglesia y árbol, en las que aparecen elementos de la realidad expresados con una gran carga simbólica pero compuestas según el orden ortogonal y las medidas que establece la sección Aurea.
Esta magnífica exposición, es una gran oportunidad de descubrir un período que permanecía oculto de uno de los mayores artistas que ha dado la plástica uruguaya y latinoamericana en el siglo XX.
(Extracto del texto de Fernando Castillo realizado para esta muestra).
Imágenes de la Exposición
Augusto Torres
Entrada actualizada el el 04 ene de 2016
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