El 14 de mayo, Espacio Líquido y La Gran se complacen en presentar, en la sede de la galería Espacio Líquido en Gijón, El refugio del asombro, una exposición de María Acuyo que muestra pinturas del orden de lo fantástico, combinando formaciones abstractas con figuraciones de paisajes ficticios, que nos introducen en mundos que no existen como refugios para todo lo orgánico que subyace tras lo asombroso.
Con una serie de obras de gran potencia cromática, María Acuyo ha generado una suerte de composiciones orgánicas entre óvalos, veladuras y masas. Todo un imaginario que durante años ha cultivado con una destreza técnica casi automática a partir de su formación científica. Junto a ello, paisajes con un claro referente romántico y literario que toma como campo de reflexión sensible.
Huye de la superficialidad para adentrarse en lo oculto a través de un tiempo denso, que cuenta con más reposos que celeridades en la...búsqueda de composiciones equilibradas. Con un proceso de investigación heredado de este tiempo y que se nutre de la observación directa de la naturaleza y de las imágenes de su propio subconsciente. Con ello, Acuyo desea, como los surrealistas, eliminar la intervención reguladora de la razón –en palabras del propio Bretón– y dejarse guiar por los mundos oníricos de nuestra imaginación. El resultado son escenas naturales con atmósferas siniestras que nos introducen en los aspectos más ocultos de nuestro inconsciente.
Ha dado vida a una suerte de atracción entre cuerpos, a una constante gravitacional que permite que orbitemos en este poder, que va desde el peso de la masa más terrenal a lo ingrávido de la veladura más tenue. Con una atracción directa en cada espectador, quien conmovido y extrañado reconoce cierta familiaridad en las ramas, troncos y masas, termina por perderse en la ambigüedad, seducido por el asombro.
Entrada actualizada el el 12 may de 2021
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