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El romanticismo ruso en época de Pushkin se articula en torno a dos grandes secciones tituladas Escenarios y Protagonistas, a través de las cuales se desarrolla un discurso expositivo centrado en el panorama social, artístico y cultural de la Rusia romántica de ... los años 1810 - 1850.

Escenarios explora el concepto de lo cotidiano, a través del semblante de las dos ciudades rusas por antonomasia, Moscú y San Petersburgo, en una visión contrapuesta a la ofrecida por los paisajes de lugares exóticos de la geografía del país, captados con unas luces doradas que parecen haber sido traspuestas desde el fondo de los iconos hasta estos lienzos, en los que la realidad se confunde con la ensoñación. Completan esta visión los lugares de interés social en la época como los salones de reunión, los parques, paseos o teatros.

Por su parte, Protagonistas, a través de una selecta galería de retratos, ofrece un pequeño panorama de algunos de los protagonistas de la cultura e historia rusas del Romanticismo, muchos de los cuales jugaron un papel esencial en la vida y la obra de Pushkin.

El retrato, uno de los principales géneros del Romanticismo, en el caso ruso toma forma a partir de la firme intención de transportar al lienzo el alma del retratado a través de unos rostros captados con unas elevadas dosis de expresividad. De entre las diferentes técnicas cultivadas en este género, la acuarela gozó de gran aceptación dejándonos obras que dan fe de la suave delicadeza de las modelos. La intimidad que éstas sugieren se ve completada en la muestra por un género que prácticamente no tuvo desarrollo en España: las vistas de interior, ventanas abiertas a una cotidianeidad que nos atrae doblemente, por lejana en el espacio y el tiempo.

El montaje expositivo

'Donde hay mucho espacio hay mucho tiempo'

Thomas Mann, La Montaña Mágica, 1924

El montaje parte de la necesidad de ceder el protagonismo a la obra expuesta, de reforzar su propio contenido para evocar otro tiempo y otro lugar. Y lo hace aludiendo a la imagen arquetípica del paisaje ruso. Al entrar en la sala, el espectador descubre un plano blanco en el suelo, abstracto pero profundo en su textura, y unas paredes de fondo dorado, en las que la luz acentúa la sensación de profundidad y misterio, de 'paisaje suspendido' en el tiempo y en el espacio. La obra y el espectador se encuentran así en un espacio ambiguo, íntimamente relacionado con la imagen mental de Rusia.

La extensión virtualmente infinita de la estepa nevada es, al fin y al cabo, una de las imágenes que se asocian universalmente a aquel país, lugar para el extrañamiento, para la ensoñación, en el que el espacio queda cancelado y aparece lo imprevisto. Así es, para Pushkin, en La hija del Capitán (1836): 'En un instante, el cielo se juntó con el mar de nieve.

Todo desapareció1', y es precisamente en ese espacio donde se produce, primero, el sueño profético del protagonista, y después el encuentro fortuito que marcará su historia. El fondo dorado no hace más que insistir en la profundidad enigmática del paisaje ruso, siguiendo la hermosa lección de los iconos de Andrei Rublev. Sobre este fondo 'flotan' las imágenes de los retratos, las 'sombras' de personajes lejanos que cobran vida en su diálogo y continuidad.

Como contraste con el paisaje de abstracción y ascetismo aparece lo pasional. El abigarramiento del interior romántico remata la secuencia espacial del montaje: la evocación de un gabinete de fondo rojo en el que se acumulan las obras, en el que aparece con toda su complejidad la multiplicación de estilos, géneros y referencias que definen el romanticismo ruso en época de Pushkin.

El catálogo de la exposición y el resto de elementos del montaje insisten en el mismo contraste entre el espacio 'blanco', 'vacío', y la exuberancia romántica.

Sergio Martín Blas, Gabriel Carrascal, arquitectos

El Museo Pushkin

El Museo Nacional Pushkin, primer museo en Moscú dedicado a la vida y obra del gran poeta ruso Alexandr Pushkin, se encuentra ubicado en la antigua mansión Khrushchev- Seleznev.

La pinacoteca abrió sus puertas el 5 de octubre de 1957 sin contar con una sola obra de arte que poder exponer en sus salas, hasta que en 1961 inauguró la primera colección permanente bajo el título de 'Vida y obra de A.S. Pushkin'.

Sin embargo, no sería hasta 1997 cuando, coincidiendo con la víspera del 200 aniversario del nacimiento de del poeta, el museo reabre sus puertas tras unas intensas labores de restauración que transformaron la mansión noble, en un moderno y polivalente centro cultural.

En las salas del edificio principal, que alberga la exposición 'Pushkin y su época', se muestra la biografía y la carrera artística del poeta a través de la historia, la literatura, el arte y la cultura del siglo XIX. La exposición permanente, a su vez, cuenta con una notable variedad de obras de arte, objetos personales del escritor e ilustrativos de la vida cotidiana, así como libros y documentos.

Los fondos del museo están constituidos por 150.000 piezas, de las cuales 68.000, es decir, una tercera parte, han sido donadas. Entre estas obras se incluyen algunas cuya autoría goza de un prestigio internacional, destacando nombres como Tropinin, Kiprenski, Briullov, Bakst, Petrov-Vodkin, Korovin y otros destacados artistas de los siglos XIX y XX.