Esta exposición reúne un conjunto de obras realizadas en los últimos años por el pintor Javier Victorero (Oviedo, 1967), a través de las cuales el artista trata de establecer una analogía entre el arte y el jardín, entre el pintor (o cierto tipo de artista) y el jardinero, así como, por añadidura, entre el jardín y el propio Museo. La característica principal que relacionaría ambos mundos es la capacidad del arte para ordenar el caos, al igual que hace el jardinero en su jardín conteniendo la naturaleza salvaje.
La elección del jardín como recinto cerrado en el que experimentar las potencias del alma, inscribe la obra de Victorero en una tradición cósmica, metafísica y mística. De ello dan cuenta reflexiones plásticas u obsesiones que se repiten y que muchas veces tratan no de aunar contrarios, sino de superar oposiciones.
Una idea de la pintura y del jardín, la proyectada por Victorero a...través de este proyecto específico para las salas de nuestra institución, que ve en ellos lugares de reflexión y experiencia íntima, y donde términos como abierto/cerrado, dentro/fuera, limitado/ilimitado y grande/pequeño, que se definen por oposición mutua, puedan ser integrados a través de su vivencia simbólica y poética en una nueva realidad que los incluya unidos, superando la lógica lingüística a través de la experiencia estética.
Entrada actualizada el el 20 sep de 2018
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