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Durante los meses de enero y febrero de este año Carla Graziano realiza una residencia en la Antártida dentro del Programa de Arte y Cultura de la Dirección Nacional del Antártico. Parte de los trabajos que se exhiben en las tres salas de la Galería 713 tienen origen en esta experiencia que ella misma define como una realidad fantástica. Las condiciones de vida en un medio hostil y un paisaje natural salvaje que supera cualquier expectativa confluyen inevitablemente en una revisión de las nociones más básicas de percepción.

En esta muestra donde combina instalación, fotografía y video, la artista retoma un elemento presente en trabajos anteriores: el recipiente plástico. El taper actúa como el nexo entre obras realizadas en contextos y soportes distintos. Módulos de hielo se congelan dentro ... un freezer mientras que otros se derriten dentro de los recipientes de pvc. En el espacio contiguo la sumatoria de mobiliarios de dudosa función e incorrecta ergonomía conforman un conjunto escultórico en el que conviven elementos heterogéneos: palanganas, almohadones, barandas, fórmica y madera. Más cerca del espíritu del pantano que de la inmaculada blancura de los hielos polares, se involucra con un nuevo soporte, el video, recurriendo al movimiento para realizar una transición no sólo de escalas, sino entre realidad y ficción.