Entornos
Vinculada a la corriente existencialista que identifica al ser humano con la libertad , su capacidad para elegir, y la necesidad de formar parte de una sociedad en la que pueda constituirse como persona, Cristina Díaz de Rada configura su obra respondiendo a una serie de reflexiones sobre la condición humana. De cómo ésta fluctúa entre la alienación y el desorden y la búsqueda de una identidad propia, armónica y libre.
Reflexiones construidas sobre Entornos unas veces urbanos oscuros y caóticos. Otras, bucólicos coloristas equilibrados, e incluso íntimos y personales.
Con un lenguaje formal que se mueve a la perfección dentro de una abstracción lírica orgánica y biomórfica, nos sumerge en un mundo de realidades subjetivas y emocionales que huyen del contenido evidente, de la perspectiva o la ilusión espacial. La riqueza de materiales y texturas crean atmósferas cambiantes en función de la luz que reciban. Nada es lo que parece, pero...lo que parece es lo que es. El color predomina sobre la forma cumpliendo una función expresiva y simbólica que marca el ritmo emocional de cada pintura.
Rayonismo, puntillismo, repetición... no son otra cosa que la materialización de distintos impulsos emotivos provocados por la reflexión personal y el compromiso vital que esta extraordinaria artista traslada a cada una de sus obras.
Por Marga Barrero
Entrada actualizada el el 21 ene de 2015
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