Dos instrumentos aparentemente irreconciliables se hibridan a partir de un tercero que actúa como acompañamiento homogeneizando los tonos. De esta conjunción brota una melodía tan disruptiva como armoniosa que reafirma la idea de que los opuestos se atraen y nos impulsa a quebrar los antagonismos impuestos. A habilitarnos a deambular entre los inestables límites que resignifican constantemente lo que percibimos como real.
El cruce entre la secuencia de imágenes de Gian Paolo Minelli / que halló encanto en una ciudad vacía y potencialmente en ruinas / y las figuras de realidad aumentada de Rafael Parra Toro actúa como múltiple disparador. Es una invitación a habitar otros escenarios posibles dominados por fronteras desdibujadas.
Este diálogo visibiliza la ilimitada fuerza de la retroalimentación entre lo tangible e intangible / la paradigmática congruencia entre lo virtual y lo que hasta hoy considerábamos material. Las figuras de realidad aumentada creadas a partir de herramientas digitales resignifican...las imágenes bidimensionales montadas en la sala. Mientras que el aparato que actúa como intermediario permitiéndonos saltar entre los límites devuelve a la red el registro de la acción. Estas imágenes compartidas y valorizadas actúan como evidencia en el archivo colectivo más disruptivo e inestable, Internet.
La viralización del registro de lo que sucede en esta sala reafirma en la red la existencia del encuentro y enciende la posibilidad de que los usuarios se hagan presentes en el espacio físico para vivir la experiencia cuerpo a cuerpo. Un círculo tan armónico como vicioso que nos invita a romper con los binarismos para sumergirnos en la virtud de lo híbrido.
Hackear la idea de que aún sobrevive algún límite entre lo virtual y lo material; habilitarse a viajar por los márgenes a la conquista de otras melodías posibles.
Agustina Rinaldi
Entrada actualizada el el 13 ene de 2022
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