Mi práctica surge del desplazarme sin prisa, del privilegio de detenerme cuando algo me estimula, del no tener la preocupación de llegar tarde a ningún sitio. Los meses de estío del año pasado encontré una nave industrial abandonada y decidí detenerme allí, convirtiendo aquel refugio a la fresca en mi estudio de verano.
En esta ocasión, la invitación recibida del IVAM en el marco de la exposición «Pinazo en el espacio público», me brinda la oportunidad de trasladar mi taller a esta sala, que durante un tiempo acoge mi «Estudio Abierto»: el sitio donde producir, crear, mostrar y compartir las distintas líneas de acción e investigación que me ligan a la ciudad de València y a los significados y usos de sus espacios. Así como conexiones con Pinazo en el interés mutuo por la deriva, el encuentro, la observación o las acciones y hábitos colectivos de estar en el espacio público.
La...sala se ha convertido en un lugar donde —según a la hora en la que te acerques–, podrás encontrarme trabajando y conversando. Sentado en mi mesa junto a la ventana o modificando el espacio con nuevas ideas y afecciones de lo que ocurre fuera. A su vez, en esta sala se muestran las obras que he ido generado a partir del descubrimiento, el juego y la resignificación de elementos encontrados en la ciudad y sus alrededores: toldos abandonados, balones encalados, botes de pintura con muestras de colores... Casi todas, fruto de procesos iniciados hace unos años y que continúo desarrollando.
Y otras, producidas expresamente para activarlas durante las rutas por la ciudad que podremos realizar desde el mes de julio.
Una propuesta que, a partir del diálogo con la exposición de Ignacio Pinazo, pretende generar ecos, conexiones y expansiones de la obra del pintor con mis prácticas artísticas en el espacio público. Y a través de las geografías urbanas compartidas, ref lexionar sobre la posibilidad de entender y relacionarse con la ciudad de una manera distinta.
LUCE
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CREAR UN ESPACIO A PARTIR DE UN COLOR
A veces el azar me lleva a encontrar objetos. Otras veces, me dirijo intencionadamente a buscarlos en lugares periféricos, abandonados, marginales. O a los «no-lugares» —usando el concepto acuñado por Marc Augé—, esos espacios donde estamos y pasamos pero sin ser ni permanecer.
Durante una visita al punto limpio, encontré una serie de botes y frascos de pintura con anotaciones de habitaciones y nombres de personas —Elena, Eloy, Rafa...—. Pequeñas cantidades de pintura sobrante para repintar rozaduras, algún agujero.. A partir de estas etiquetas en los botes reciclados, imaginé cómo podrían ser aquellos espacios y las personas que los habitaban, así que los construí y los pinté con su color correspondiente. Las maquetas son un juego en el que diluir la línea que separa los espacios reales de los imaginarios.
OBJETOS APLASTADOS
En mis derivas a pie atravieso lugares, me introduzco por tuberías o camino junto a las carreteras. Estos objetos metálicos los iba encontrando por las cunetas, tras ser aplastados por los coches. Los recogí por haber dejado de ser volumen, por su transformación brutal tras la acción del paso de los vehículos.
En el taller los perforé con una única palabra, NO, generando una poesía visual entre objeto y texto, mostrando la importancia de la materia, la palabra y el gesto físico: el metal memoriza los relieves de los lugares donde fueron aplastados. Los agujeros dejan pasar la luz e iluminan un NO a la basura que tiramos, un NO al impacto incontrolado del automóvil en la ciudad.
TUBO DE GOMAS, TAMPONES Y DIBUJOS CON GOMAS
Mientras deambulaba por la ciudad a principios de 2020, me di cuenta de que junto a los mupis encontraba gomas elásticas. Dos gomas necesarias para que el cartel enrollado no se despliegue, y que el operario encargado de colocarlo, quitaba dejándolas caer al suelo. Empecé a recogerlas: unas, recién caídas y otras habían perdido su elasticidad por el tiempo expuestas al sol.
Limpias, ennegrecidas, en círculo, en ocho... Iba anotando cada día las que encontraba y posteriormente empecé a colocarlas sobre un tubo de cartón de 1,20 m —que corresponde al ancho de los carteles colocados en los mupis—. Tubo de Gomas está compuesto por cerca de las 600 gomas recuperadas durante ese año.
Pero aquellas que se rompían por estar desgastadas y deterioradas, las recogía para pegarlas sobre tablillas y metacrilato, manteniendo la forma original en la que habían quedado tras caer al suelo. Conseguí de este modo, tener una serie de tampones con los que trasladar la forma de las gomas directamente sobre el papel de mi cuaderno. Y aprovechando todo el material recogido, darle valor a lo que se deshecha.
SELECCIÓN DE VÍDEOS
Estar en continuo tránsito entre el centro y periferia de la ciudad, sin prisas y sin un destino concreto, me permite dedicarle el tiempo y la importancia a los encuentros con cada cosa que llama mi atención. La labor de mapeo y registro de estos descubrimientos y de las acciones artísticas que surgen de ellos, revelan la forma de relacionarme con la ciudad y la importancia del archivo en mi práctica, conectando con Pinazo en el interés mutuo por generar una enciclopedia visual de los hábitos y formas colectivas de estar en el espacio público con vídeos registrados entre el 2013 y 2017.
TOLDOS
LUCE, luz, farolas, paneles lumínicos, toldos... De la luz y cómo sus variaciones modifican el espacio urbano nacen muchos de mis procesos artísticos. Mi trabajo con los toldos nace de ese impulso de experimentar con la luz, y sobre todo, de poder modificarla. Desplegar o recoger un toldo, rasgarlo, perforarlo, registrar las variaciones sobre el material —convertido en soporte artístico— y en la luz que lo atraviesa.
HASTA DONDE LLEGO YO
Un bloque de apartamentos inacabado en la costa levantina, realizado con materiales de mala calidad y delgados muros. El escaso grosor de una de sus fachadas me permitió ref lexionar sobre el tipo de urbanismo que arrasa la costa y también me permitió realizar la pieza. Presentada como un díptico, en su izquierda se muestran ocho fotografías que describen el trabajo con el que acceder a la parte exterior del muro.
Con la ayuda de un cincel y un martillo realicé tres agujeros, aproximadamente del ancho de mi mano. Después, con un palo extensible y un rodillo de pintura saqué el brazo intentando pintar la pared exterior hasta donde era capaz de llegar. El resultado: tres círculos, uno por cada planta del edificio. Tres «f lores» que nacen del muro que nos hablan de cómo, con mis propias limitaciones, puedo hacer una pintura de gran tamaño sin utilización de grúas o andamios.
CARTOGRAFÍA COMPARTIDA
La exposición «Pinazo en el espacio público» es el punto de partida del programa de acciones artísticas y de mediación, que conectan y expanden la obra del pintor con mis prácticas artísticas. Además de «Estudio Abierto», este programa incluye la realización de unas rutas por la ciudad durante las que activar una serie de puntos: lugares o espacios registrados en las obras de Pinazo y que coinciden con mi geografía personal. Rampa Mercat Central y Balón Pinazo son objetos creados específicamente para activarlos durante estas rutas, con la idea de descubrir nuevas maneras de relacionarnos con el espacio público a partir de la observación, la acción y el juego.
DIARIOS VISUALES
Mi inquietud por explorar los lugares de encuentros comunitarios y prácticas de sociabilización, va ligada a la necesidad de su registro. A veces con grabaciones, otras muchas con dibujos y anotaciones.
Son en los dibujos de gesto rápido y ejecución veloz que Ignacio Pinazo efectuaba en el espacio público, donde más vínculos encuentro con el pintor. El arte funciona como una excusa para descubrir, barrer, rastrear, conocer un lugar y lo que allí ocurre.
LUCE
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BIOGRAFÍA
El trabajo de LUCE (Valencia, España, 1989) nace ligado al ámbito de la ciudad y la tipografía. Investiga las asociaciones que se generan entre arte y entorno, fomenta la comunicación con la ciudad e invita a explorarla para comprender su funcionamiento y de qué manera nos relacionamos con ella.
Su quehacer se basa en la experiencia y se traduce en sutiles intervenciones en el mobiliario urbano y piezas creadas a partir de objetos que encuentra durante sus derivas por la ciudad. La dualidad entre grafiti y escritura se extiende por su obra para dar lugar a un cuerpo de trabajo en el que las ideas son transmitidas a través de las palabras, y estas son generadoras de unas historias que ponen en relación elementos como una calle con un nombre —el suyo en numerosas ocasiones— o un objeto con una temporalidad específica.
LUCE resignifica objetos con sus acciones, normalmente documentadas en fotografías, y recurre a la repetición para que su práctica se vuelva reconocible y fomente el desarrollo de nuevos discursos.
Entrada actualizada el el 04 jul de 2022
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