En EUROPA, el continente triste (a veces ocurre algo).
Francis Naranjo en el Centro Cultural de España en La Paz, Bolivia. Del 12 de noviembre al 20 de diciembre de 2013.
A veces no es fácil establecer una relación clara y amigable entre el trabajo que queremos hacer y la situación que nos ha tocado vivir. A veces es difícil coordinar intereses personales y demandas y compromisos sociales y políticos que, como ciudadanos/as, tenemos. A veces, cuando trabajas en el territorio arte, te asaltan dudas sobre si lo que estás haciendo sirve realmente para algo, si estás demandando de la sociedad un compromiso hacia tu obra que tú mismo estás muy lejos de cumplir y, sobre todo, si tú realmente estás haciendo algo por la sociedad. A veces nos entretenemos en crear obras y exposiciones que no van a ningún sitio, salvo a satisfacer nuestro propio ego y contentar la mirada obtusa...de unos pocos iletrados que, precisamente por ignorantes, nos aplauden constantemente, cual comparsa circense: payasos sin gracia y equilibristas tullidos, toda esa ?corte de los milagros? que alienta al arte actual desde hace décadas. La situación en que estamos, especialmente los que viven en el viejo continente, no da tregua al desencanto, y no es que quiera plantear un escenario apocalíptico, de eso ya se encargan todos los días los telediarios y los periódicos, por no hablar de las sesiones de los parlamentos. Pero en medio de esa situación, a veces, surgen voces que los alertan, que nos sacuden, que hacen que volvamos a pensar de una forma autónoma. A veces, desde el arte actual, surgen creadores/as que se empeñan en hacer de su trabajo un verdadero constructo social, como ocurre de manera mucho más habitual en América Latina. Eso abre una puerta a la ilusión y no debemos negarnos a pasar por ahí. Hay bastantes autores/as que allí o desde allí lo hacen, es de justicia reconocerlo. Uno de ellos es Francis Naranjo (Gran Canaria, España, 1961), que lleva muchos años construyendo obras, y con ellas discursos, desde los que aborda otra óptica del arte actual y desde donde pone de manifiesto su compromiso. Obras que forman parte de exposiciones donde la mirada es diferente al resto y su producción sorprende cada vez más. Blancura, limpieza y pulcritud podrían ser como el bajo continuo de sus ?puestas en escena?. Europa, el continente triste, que se puede ver estos días en el Centro Cultural de España en La Paz es un ejemplo de esto que digo. Por una parte sorprende su título nada más verlo, y mucho más si lo hacemos desde la capital boliviana, o desde cualquier rincón de América Latina. Europa, representante de un mundo conquistador y colonizador, de un mundo de triunfo y opulencia, ahora triste? Ahora triste y hundido tras décadas (o siglos) de errores políticos, económicos y sociales. Hundido el continente y sus habitantes. Según lo que plantea Naranjo en la muestra, un continente (una idea del mundo) más que triste enfermo, que el autor parece querer internar. Tal vez aun tengamos tiempo de intervenir al enfermo, aunque hayan mermado algunas de sus funciones, aunque haya que amputar, tal vez se pueda salvar.
Como digo, el título de la exposición es una llamada de atención, entrar en esa sala tan blanca, con cortinas como las de los antiguos hospitales que crean y separan espacios, observar detenidamente el material quirúrgico? sobrecoge, esa es la verdad, porque, además, nos invita a reflexionar sobre la condición humana desde conceptos sociales, donde la posibilidad de recuperación ya no se encuentra en el modelo social caduco del ?viejo continente?, sino que se encuentra en la modificación del modelo individual, en la concepción mental de un nuevo mundo. Estos planteamientos, tanta asepsia y tanto silencio asusta, pero si lo pensamos bien, el continente no está muerto, sólo está triste, por lo tanto, tal vez la propuesta de Francis Naranjo no sea tan aterradora como parece, aún estamos a tiempo, aún podemos salvarlo.
En cualquier caso la muestra es una alerta, no hay que bajar la guardia, pero no hay que perder la esperanza. Aunque lo cierto es que, visto desde aquí, desde el nuevo mundo, donde todo es antiguo y a la vez todo parece por estrenar, la visión es diferente. Pero también una alerta para los de aquí, como explica el mismo autor sobre su propósito: ?después de darle muchas vueltas llegué a la conclusión de que sería una buena alternativa plantear una especie de ?news? desde Europa; invertirlo, es decir, en vez de llegar y tratar de contar cosas desde la experiencia boliviana, desde la integración de la investigación de lo que acontece en Bolivia; plantear que los bolivianos reflexionen sobre su propia condición tomando como perspectiva lo que acontece en el ?viejo continente?, que la experiencia ajena confirme la elección de una actitud personal frente al colectivo. Después de todo esto pensé que una buena alternativa sería plantear como título para el proyecto: EUROPA (el continente triste)?.
La muestra se completa, en otra sala, con una instalación a tres manos, entre Naranjo, Andriana Almada (poetisa y curadora) y Joaquín Sánchez, artista plástico. De mi corazón al desnudo es el título de esta obra, en el que Francis Naranjo utiliza y suspende un corazón, obra de Sánchez, oculto tras una cortina blanca que el público tiene que descubrir, y que se completa con un sutil, pero fuerte, poema de Almada.
Diríamos que el colofón de la exposición es el catálogo. Editado por Gass Editions, reúne, además de fotografías de las obras e instalaciones, una colección de textos de críticos, poetas y pensadores que Francis Naranjo ha reunido para la ocasión y que, juntos, constituyen todo un tratado social/político del mundo en que vivimos.
Como tuve la ocasión de estar allí durante el montaje, puedo decir que un trabajo así es fruto de la investigación y el pensamiento de un creador que se toma en serio su obra, y la exposición misma fruto de la colaboración entre autor y un equipo de producción que ha sabido estar a la altura.
¿El resultado? Una experiencia sobre la vida, sobre lo social, sobre los errores de la política, sobre un modelo en estado terminal? una exposición no para ver sino para pensar-se.
Imágenes de la Exposición
Obra de Francis Naranjo. Foto Gabriel Barceló
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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