En 2013 un grupo de treinta mujeres de distintas localidades de la comuna de Panguipulli, impulsado por la Corporación de Adelanto Amigos de Panguipulli, comienzan el trabajo de rescate de una de las tradiciones alfareras más antiguas del país, actualmente cercana a su ocaso: la cerámica Pitrén. Sus restos más lejanos datan del año 600 dC, hallados entre la cuenca del río Bio Bío y la ribera del Lago Llanquihue y que hoy sólo permanece viva en unos pocos habitantes del sur de Chile.
Nace así un proyecto Fondart, cuyo objetivo era poner en valor esta técnica tradicional mapuche, generar identidad con la historia local y dar la posibilidad de un sustento económico a quienes aprendan de este oficio. Desde sus inicios este proyecto ha sido apoyado por la gestora Tránsita Eva Necullo Huisca y la artista María Jesús Seguel, de la Universidad Católica de Chile, quien expresa:
"El quehacer del alfarero...involucra un diálogo con la materia. Interacción iniciada al momento de la recolección del material indómito, amorfo y que poco a poco entrega su anhelo a manos cargadas de esperanza en búsqueda de esa complicidad creadora. La misión es crear objetos con sentido que conjuguen la creación, cultura, tradición, valor estético y sustentabilidad, entendiendo estos diseños como un canal de difusión cultural".
A su vez Leonor Adan, arqueóloga de la Universidad Austral de Chile, señala: "Las poblaciones locales durante estos períodos incorporaron la innovación alfarera,. mantuvieron prácticas de caza y recolección e iniciaron desarrollos agrícolas. Las piezas alfareras señalan un estilo tecnológico compartido en un amplio territorio, con variedades decorativas complejas como los modelados zoomorfos y antropomorfos y la decoración en bicromía rojo negro obtenido mediante engobado y ahumado. Sus delicadas piezas son expresión de la diversidad cultural histórica del territorio en que hoy vivimos".
Para Margarita Alvarado, del Centro de estudios Interculturales e Indígenas (ICIIS), "la tradición alfarera mapuche presenta complejidades expresivas y estéticas de gran extensión temporal y espacial con una producción de artefactos cerámicos realizada por una maestra widüfe. Esta producción esta sostenida por el traspaso de la tradición a través de generaciones y por una concepción creadora donde la improvisación se combina así con una concepción organizada por la tradición cultural".
El rescate de la tradicion alfarera de Pitrén además se lleva a cabo gracias al apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de la Región de los Ríos, la Municipalidad de Panguipulli, la Oficina Municipal de Desarrollo Local, Universidad Austral y las entusiastas artesanas que, en conjunto con el equipo de monitoras, se han embarcado en este desafío.
Muestra itinerante que llega al principal centro artesanal de la capital, visitado diariamente por miles de personas, chilenos y extranjeros.
Entrada actualizada el el 06 oct de 2016
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