Yolanda Blanco es una de las representantes más brillantes de la nueva escultura española. Sus manos transforman el bronce, la piedra, y la madera en corporalidades que parecen retenidas en el origen de los tiempos. Sus esculturas hablan el lenguaje de las formas en su aparente -solo aparente- indeterminación. Parecen esculturas detenidas, como inacabadas, como si aún fueran materia prima, pero tienen la proyección.

Cada escultura de Yolanda Blanco es una escena de la vida cotidiana. Los rostros de las figuras, a pesar de no tener rasgos reconocibles, nos resultan familiares. Porque lo que adivinamos que buscan -suelen estar siempre en escorzo, ligeramente insinuantes, es algo que, a menudo sin saberlo, lo buscamos nosotros también-. Se establece así una comunicación muy especial y muy única con ese lenguaje aparentemente sencillo, con el que Yolanda Blanco esculpe en bronce, piedra y ... madera la belleza del tiempo y sus formas.