DIBUJAR LA MODA
Más de una veintena de artistas –nacionales e internacionales, emergentes y establecidos– y más de 100 obras. ‘Fina estampa. Ilustración y moda’ reúne, por primera vez en España, la obra de los creadores que actualmente son referencia en el sector.
Todos están en activo trabajando para marcas o editoriales pero no pertenecen a ninguna escuela. No siguen una misma corriente. Ni siquiera comparten un mismo estilo. Cada una de las voces ha creado su propio lenguaje. Más de la mitad de los artistas seleccionados son mujeres.
Esta exposición profundiza en el trabajo de una nueva generación cuyo talento traspasa la línea sartorial para convertirse en dibujos que reflejan una sección del arte contemporáneo.
Durante la que ya se considera como su Segunda Edad de Oro, es el momento de reivindicar la ilustración de moda como una forma de arte en sí misma.
Los ilustradores han sido los primeros testigos y divulgadores de...las tendencias. Alguna obra de Pisanello, en pleno siglo XIV, o de los pintores del siglo XVII que se lanzaron al estudio de vestuarios, se pueden considerar como los primeros ejemplos de bocetos de moda.
En los siguientes siglos, XVIII y XIX, la ilustración de moda se desarrolló como una forma de arte autónoma. Se desligaba así de su propósito original como boceto técnico para sastres o costureras y se convertía en una disciplina que reunía todos los aspectos que hacían moderna una figura.
Como tales, los primeros figurines aparecieron en 1759 en la revista The Lady’s Magazine, mientras que su boom se produjo a finales del siglo XIX gracias a publicaciones como Harper’s Bazaar o Vogue. Pese a los antecedentes históricos, la ilustración de moda es un fenómeno característico del siglo XX, cuando diseñadores como Jean Patou o Georges Lepape empiezan a utilizar la ilustración de moda como herramienta publicitaria.
En la década de los años 20, Karl Erickson esbozó la imagen de Chanel y produjo casi 50 portadas de Vogue. René Gruau ayudó a difundir el “New Look” de Christian Dior y el primer oficio de Andy Warhol cuando llegó a Nueva York en la década de los 50 fue dibujar sombreros y zapatos para Harper’s Bazaar. Otros pioneros junto a Gruau y Lepape fueron Bernard Blossac o René Bouché. Es durante estos años en los que asistimos a la verdadera Edad de Oro de la ilustración de moda. Su objetivo: crear la ilusión de una vida social moderna y llevada al nivel más alto de sofisticación y estilo.
Con la llegada de los 70, tras el triunfo de las líneas del puertorriqueño Antonio López (Antonio), la fotografía se impuso relegando la ilustración, aunque hoy vive su Segunda Edad de Oro. Más allá de la continua colaboración con cabeceras o casas de moda, esta disciplina ha resurgido con fuerza en la era de Instagram, donde una sociedad ávida de novedades ha encontrado en los ilustradores de moda uno de sus contenidos predilectos.
En una época en la que todo el mundo puede tomar una fotografía y editarla en el momento con filtros y aplicaciones con un resultado profesional, siguen siendo solo algunos con la capacidad de dibujar lo que tiene delante. Por ello, la ilustración de moda puede entenderse como una narración distinta que celebra una visión personal e íntima.
A veces, la moda que producen las pasarelas y la imagen que transmiten las campañas de publicidad de las grandes marcas pueden estar alejadas de las personas. El dibujo es algo más cercano, más emocional y permite interpretar lo que se ve de manera más subjetiva.
El poder de la ilustración radica en el potencial de su abstracción, que fija la imagen en la mente del espectador con más eficacia que una fotografía realista. Por esta razón, la ilustración de moda se ha ocupado durante más de cien años en descubrir la esencia del estilo.
Cada ilustración es más que un reflejo de los tiempos; es también el estilo característico del artista. Representa el espíritu de las últimas décadas y evoca la evolución de la moda, siendo tan relevante hoy lo que se ve sobre las pasarelas que la manera en que es reinterpretado en la calle.
“Los 18 maestros contemporáneos de la ilustración de moda que esta muestra no comparten una técnica concreta o una característica en común. Unos utilizan el lápiz, otros el pincel digital, otros la acuarela; pero en todos los casos, el resultado es una imagen atrayente, elegante y única, es decir, una ‘fina estampa’”, dice Jesús Cano, comisario de la muestra.
‘Fina estampa. Ilustración y moda’, reúne en una misma sala el trabajo de artistas nacionales e internacionales pertenecientes a diferentes generaciones cuyo trabajo han marcado un antes y un después en esta disciplina. Los artistas son: François Berhoud, Aurore de La Morinerie, Gill Button, Unskilled Worker (Helen Downie), Jowy Maasdamme, Richard Kilroy, Richard Haines, Jean-Philippe Delhomme, Amelie Hegardt, Jason Brooks Art, Hiroshi Tanabe, Cecilia Carlstedt, Laura Gulshani, Blair Breitenstein, Rosie McGuinness, Helen Bullock, Jiiakuann, Tanya Ling, David Downton, Inés Maestre, Ricardo Fumanal y Jordi Labanda.
Imágenes de la Exposición
Jordi Labanda. Marie Claire — Cortesía del Museo ABC
Entrada actualizada el el 09 ene de 2019
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