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A mediados de 1986, Bernd Klüser, veterano galerista de Munich, decide convocar a 30 artistas internacionales, máximos exponentes de los movimientos más destacados del arte contemporáneo -pop, minimal, arte povera, transvanguardia italiana, fluxus, etc.- para celebrar el 65 aniversario de Joseph Beuys (Krefeld, 1921- Düsserldorf, 1986) y rendir de este modo un merecido reconocimiento a una de las personalidades artísticas más destacadas e infl uyentes de la segunda mitad del siglo XX.

La inesperada muerte de Beuys días después del inicio del proyecto hizo ... que la celebración se convirtiera en un evocador tributo tras la desaparición del genial artista. Así nace la serie gráfica "For Joseph Beuys": suite que recoge la obra de amigos y colaboradores del artista de la talla de Cindy Sherman, Andy Warhol, Nam June Paik, Donal Judd o Mimmo Paladino.

La carpeta "For Joseph Beuys" se convierte así en una forma idónea para acercarse, a través de la obra gráfica, al escenario artístico de los últimos años y a la memoria de un gran escultor, performer, chamán y dibujante que respaldó, con su compleja actividad creativa, el carácter serial de la obra artística, su condición de canal de transmisión de ideas y la visión del artista como agitador de cambio social. Para Beuys la importancia de la obra seriada residía en su facultad de elemento multiplicador, que permite distribuirla a una mayor cantidad de público y a menor precio, y con ello el mensaje potencial contenido en ella puede llegar más lejos.

En toda su obra se advierte un fuerte espíritu vanguardista que intenta aunar las polaridades arte y vida, arte y ciencia, y cultura y naturaleza de forma constante. Su célebre frase "cada hombre es un artista" muestra su interés por la proclamación del ser humano como esencia de fuerza creativa.

Fruto de su sobrecogedora experiencia vital como piloto de combate en la II Guerra Mundial, herido de bala en más de tres ocasiones, la condición de vulnerabilidad del hombre alcanza un signifi cado metafórico siempre presente en su obra. Es de esta forma como el artista comienza a introducir materiales de alto contenido simbólico en su trabajo como son la miel, el cobre, el azufre, el fieltro o la grasa, estos dos últimos utilizados por un grupo de nómadas tártaros para salvar la vida al artista, según recoge el mito beusyano. Todos ellos elementos presentes en su vida, como el mítico sombrero de fieltro que siempre acompañó al artista y objeto al que Nam June Paik rinde homenaje en su aportación a la suite.

La estrecha colaboración de Bernd Klüser con Joseph Beuys fue el punto de partida de su galería así como de la actividad editorial de la misma. Ya en 1970 Klüser publicó, junto con Jörg Schellman, las primeras ediciones y múltiples del artista, seguidas de varias exposiciones, proyectos y publicaciones.