Descripción de la Exposición
Niños con pincel
VETA by Fer Francés presenta la exposición Forever Young, que agrupa a 12 artistas con carreras consolidadas. Desde aquellos que se codearon con Basquiat o Haring hasta los que están obteniendo cifras millonarias en subasta, todos ellos conservan en sus trabajos la frescura y la vitalidad tan características de la juventud. Abordan el arte desde un punto de vista colorido y lúdico, aunque no por ello menos reflexivo.
Simultáneamente, pueden visitarse la exposición Dog Bless You, de Juan de Morenilla, y la muestra colectiva Beauties and Beasts.
Es común pensar que los niños tienen más imaginación que los adultos. Por eso encuentran infinitas formas de divertirse: su mente no se ha expuesto aún a los convencionalismos sociales que, más tarde, irán limitando su creatividad. Aún así, hay quien sabe oponerse al paso del tiempo y mantenerse siempre joven (al menos, en espíritu).
Ese es el hilo conductor de las obras que componen Forever Young, una de las dos nuevas exposiciones colectivas de la galería VETA by Fer Francés. Hasta el 25 de mayo, podrán verse los trabajos de 12 artistas que han sido capaces de conservar una mirada joven durante toda su carrera, huyendo de las normas del mundo de los adultos y persiguiendo en sus obras lo lúdico.
Su estética recuerda, en muchos casos, al cómic, la animación o incluso al diseño de juguetes. Sin embargo, es un error reducir este mundo infantil a lo simple y lo banal. El propio Picasso siempre tuvo clara esa idea al afirmar que tardó toda su vida en aprender a pintar como un niño. Los artistas presentes en Forever Young abordan a menudo temas cotidianos, pero con un punto reflexivo y oscuro. Así demuestran que, tras su estética dulce y sencilla, se esconden también mensajes perversos. Muchos de los artistas que componen esta muestra se caracterizan, además, por haber creado un universo propio, muy personal y fácilmente reconocible, poblado de criaturas que ellos mismos han inventado.
Sobre los artistas
Katherine Berdnhardt (Missouri, Estados Unidos, 1975) pinta lienzos cargados de referencias a objetos de consumo, animales tropicales y elementos cotidianos, situados sobre campos de color de tonalidades vibrantes. Su estilo se encuentra muy próximo al expresionismo y nos invita a reflexionar sobre la imagen de la realidad, la belleza o el lujo que nos ofrecen los medios de comunicación. Ha tenido exposiciones individuales en galerías de París, Madrid, Estocolmo, Nueva York o Dubái, entre otros.
Javier Calleja (Málaga, España, 1978) destila en sus obras, en igual medida, acidez y ternura. Se trata de uno de los artistas nacionales con más proyección en el exterior, y su obra es especialmente demandada en el continente asiático, donde ha obtenido en subasta cifras millonarias. Sus personajes parecen niños a los que les ha ocurrido algo trágico, pero que están a punto de sonreír, de estar mejor. Recibió una beca Vázquez Díaz del Museo de Huelva y ha expuesto su obra en centros como el CAC de Málaga o el Kid Robot de Nueva York.
George Condo (New Hampshire, Estados Unidos, 1957) acuñó su estilo con el nombre de Realismo Artificial. Lo que pretendía con él era aunar la técnica de los grandes maestros con la sensibilidad pop, profundamente estadounidense. En sus lienzos, estos dos mundos aparentemente opuestos armonizan a la perfección. Sus retratados son deformes, imposibles y, sin embargo, aparecen mostrando total dignidad. Condo fue, junto a Haring y Basquiat, uno de los renovadores del panorama artístico neoyorquino durante la década de los 80. Ha expuesto su obra en museos como el Solomon R. Guggenheim, el MACBA o el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
KAWS (Nueva Jersey, Estados Unidos, 1974) es el pseudónimo artístico de Brian Donnelly. Es ilustrador, aunque también ha practicado disciplinas como el grafiti y llegó a trabajar brevemente para Disney. Ha diseñado juguetes y prendas de ropa, colaborando con marcas como Vans o Nike. Su obra pictórica y escultórica está llena de referencias con las que busca ser entendido por todo el público, sin importar su idioma o su cultura. Su trabajo forma parte de las colecciones permanentes del Modern Art Museum of Fort Worth, el Brooklyn Museum y el Museum of Contemporary Art San Diego.
Yoshimoto Nara (Hirosaki, Japón, 1969) es uno de los artistas más famosos del panorama actual, y también de los más cotizados. Su estética, de colores suaves, recuerda al mundo de la animación e incluso del juguete. En ocasiones, los niños que protagonizan sus lienzos portan armas o miran al espectador de forma algo incómoda, pero el propio artista afirma que no concibe sus piezas como agresivas. Nara ya ha expuesto en el Museo Albertina de Viena o el Museo de Arte de Tainan, en Taiwán. Este 2024 tendrá una exposición individual en el Museo Guggenheim de Bilbao.
Erik Parker (Stuttgart, Alemania, 1968) fue alumno de Peter Saul, artista que también participa en la muestra. Sus composiciones caricaturescas están abarrotadas de referencias a la subcultura estadounidense, desde la psicodelia al cómic underground, pasando por multitud de guiños a pintores y músicos del país. Con ese horror vacui de alusiones, Parker compone, como si jugase a armar un puzle, retratos y paisajes cuyas formas recuerdan a partes del cuerpo humano. Su estética es brillante y lúdica. Sin embargo, el artista hace referencia en sus trabajos a lo que él considera los problemas apremiantes de nuestro tiempo. Su obra forma parte de importantes colecciones como la del MoMa o el museo Whitney, y ha expuesto en lugares como Hong Kong, París o Texas.
Marion Peck (Manila, Filipinas, 1963) es una de las principales representantes del surrealismo pop. Sus lienzos están poblados de figuras infantiles, completamente naíf, de grandes ojos. Estas recuerdan a muñecos y albergan, dentro de su inocencia, una nota inquietante. Además, hay mucha carga histórica y mitológica en su obra, con referencias a la Antigua Grecia o la astrología. Su inspiración proviene de elementos tan dispares como la religión, el circo, la pintura holandesa o la fotografía de gabinete del siglo XIX, entre otros. Su obra se ha expuesto de forma individual en galerías de Londres, París, Nueva York, Washington o Roma.
Mark Ryden (Oregón, Estados Unidos, 1963) fue nombrado por la revista Interview “el padrino del surrealismo pop”. Sus obras tienen mucho de arte clásico, sobre todo a nivel técnico, pero sustituyen a vírgenes y santos por iconos contemporáneos o figuras sumamente reconocibles de la historia, como Lincoln. La mezcla entre alta y baja cultura es habitual en su obra, con un lenguaje que oscila entre lo tierno y lo críptico. Su trabajo ha sido presentado en galerías de Asia, Europa y América, al igual que en museoscomo el CAC de Málaga, el Frye Art Museum de Washington o el Yokohama Museum of Art.
Peter Saul (San Francisco, Estados Unidos, 1934) es una leyenda viva del mundo del arte. Con su trabajo renovó el estilo pop, siendo uno de los primeros que introdujo en él referencias claras al dibujo animado con personajes como el Pato Donald o Superman. Esto aporta a sus obras un guiño juguetón y lúdico, aunque también puede verse en ellas la influencia de otros movimientos como el expresionismo abstracto. Ha expuesto en importantes museos estadounidenses como el Madison Museum of Contemporary Art o el The New Museum neoyorquino.
Kenny Scharf (Los Ángeles, Estados Unidos, 1958) es también conocido por su papel en la revolución artística que se produjo en el East Village en la década de los 80. Era compañero de piso de Keith Haring, con quien realizó alguna obra colaborativa a cuatro manos. Durante su juventud se vio fascinado por el diseño moderno y por la televisión, elementos que permeaban en las clases medias estadounidenses y aportaban a sus miembros cierta sensación de estatus y ascenso social. Sin embargo, en muchas ocasiones Scharf habla de las referencias pop extraídas de estos elementos con un poso apocalíptico (a menudo asociado a la cultura del videojuego), siendo consciente de su lado más negativo. Su trabajo ha sido expuesto en museos de la talla del MoMa y el Whitney, que le escogió en 1985 para su bienal.
Todd Schorr (Newark, Nueva Jersey, 1954) empezó a interesarse por el arte a muy temprana edad. Esto hizo que comenzara a recibir clases de pintura con cinco años, y que sus temas favoritos en aquel momento (King Kong, los primeros dibujos de Walt Disney...) condicionaran su estilo posterior. En la obra de Schord, el arte pop se mezcla con el surrealismo. Destaca su enorme destreza técnica, influida por los grandes maestros. Ha expuesto en multitud de galerías, sobre todo californianas y neoyorquinas, y también en museos como el Virginia Museum of Contemporary Art.
Rose Wylie (Kent, Reino Unido, 1934) tiene un estilo muy espontáneo. Ha pintado obras de grandes formatos en lienzos sin estirar ni imprimar, dándoles ese carácter de improvisación tan típico del comportamiento infantil, en el que se va aprendiendo sobre la marcha mediante ensayo y error. A primera vista su trabajo puede parecer simple, pero oculta reflexiones profundas sobre temas cotidianos. Wylie es miembro de la Royal Academy of Arts, y ha obtenido galardones como el Premio de Pintura John Moores.
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España