“Formas en suspensión” es una colección del pintor salmantino Miguel Hernández Díaz, formada por cuadros de pequeño formato en los cuales la gravedad, los llenos, los vacíos y el color juegan un papel importante.
El autor recurre a Kandinsky para hablar de las posibilidades pictóricas de sus formas: “Existe una relación inevitable entre forma y color, las combinaciones entre colores y formas es inagotable”. Y desde esa máxima experimenta con diferentes superficies de colores puros y formas cuadrangulares, más o menos regulares.
Sin embargo, Hernández va más allá de la simple configuración bidimensional introduciendo otros conceptos iniciados ya por Lucio Fontana en su manifiesto blanco: Concepto espacial. La incorporación del espacio real en la obra de arte pictórica, convierte los vacíos y sus sombras, en elementos fundamentales del objeto “cuadro”. De esta forma su objetivo está en disolver la unidad del lienzo para abrir nuevos espacios a este soporte, en el...que lo que se encuentra “detrás de” adquiere también una gran importancia.
Por tanto, esta serie “Formas en suspensión” está realizada aunando las diversas combinaciones de formas y colores, desde un punto de vista espacial, conscientes de la materialidad del objeto cuadro y sus componentes: la plasticidad del óleo, el pigmento, la textura del lienzo, el cáñamo, se presentan como agentes propios del metalenguaje y protagonistas de los nuevos espacios y formas que nos son narradas.
Entrada actualizada el el 31 ene de 2017
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