Los materiales expuestos (dibujos, maquetas, fotografías, imagen digital…) muestran los fundamentos del trabajo del arquitecto desde la estructura, buscando definir las formas como superficies sobre las que se realizan operaciones capaces de darle una cualidad estructural que garantice su estabilidad. Aparecerán así, el arco, la bóveda, la doble curvatura, la torsión, el pliegue, el giro… simplificando el objeto a su valor esencial, la materia-estructura. La tecnología digital permite trabajar con geometrías complejas, obtener la optimización económica de superficies libres de doble curvatura, o bien ordenar la composición en continuidad de superficies regladas. Las nuevas Formas seguirán siendo respuestas a las condiciones permanentes de la arquitectura, el espacio, la luz, el lugar, ... Nuevos objetos técnicos, nuevos objetos poéticos.