Después de la pasada edición en que se truncó la semana de la fotografía de la ciudad de la luz, han sido muchas las galerías que no se han sumado a la presente cita por motivos muy diversos. Los miedos a estas fechas tan dolientes se han sumado a la imposibilidad económica de sumar otro mal resultado. Muchas de las galerías nacionales asentadas en el circuito han decidido eludir esta cita internacional con la fotografía.
En medio de este panorama, cuatro galerías barcelonesas de nueva creación, todas ellas de menos de tres años de actividad, se suman a la semana de la fotografía de París para apostar con sus proyectos la frescura de la creatividad de la ciudad condal. Todas ellas destilan valentía y ganas de abrir fronteras para sus artistas desde visiones muy diferentes.
Art Deal project se presenta por segundo año en Fotofever París con dos de sus fotógrafos clave,...con los que ha realizado ya exposiciones y ferias en diversas ciudades. Por un lado con el retrato evocador de Juan Cobo y su nueva serie Clímax donde el tema recurrente de Cobo, el llanto y la expresividad del sujeto, es trasladado en el tiempo hacia los retratos más conocidos de la Historia del Arte creando una tensión en el espectador que le lleva a cuestionarse el entorno. Como contrapunto la propuesta de Paco Puentes y su particular visión del consumismo a través de The Royal House, una serie fotográfica en que el artista da un segundo significado a los elementos de deshecho, una segunda vida semántica que nos permite reflexionar sobre la caducidad de los objetos que nos rodean y su verdadera importancia en cada momento.
La galería El Catascopio participa por primera vez en Fotofever París, con los proyectos de Javier Hirschfeld, El Píxel Protector y Juan José Seguro, Movimientos. La obra de Hirschfeld plantea con El Píxel Protector una reflexión sobre el propio hecho de retratar y de la experiencia propia del artista. Reflexiona sobre las diferencias en el tratamiento de la imagen en función del sujeto retratado, de la diferencia cultural, social o simple residencia. En este caso el recurso del pixel se convirtió en protagonista conceptual y plástico. El trabajo de Juan José Seguro se basa en la fotografía de situaciones encontradas. Lugares cotidianos, en los que el artista identifica espacios, formas y elementos, que componen imágenes llenas de significado. Movimientos es un trabajo sobre la ciudad en transición, la ciudad que se construye continuamente sobre si misma. Las imágenes tratan de captar el movimiento constante, lento, casi imperceptible de esta metamorfosis.
Fifty Dots repite en esta edición de Fotofever con obra de Dani García Sarabia a la que suma la incorporación de la romántica visión de Aída Pascual. Con Indómito, García Sarabia busca en el paisaje más puro la esencia primitiva que nos ofrece la naturaleza más contradictoria. Por un lado semejan cuadros dulcemente extraídos de la naturaleza y, por otro, están dotadas de un inmenso dramatismo que es capaz de transportarnos hasta espacios interiores casi ignotos. Nos lleva a lo más áspero de la naturaleza para mostrarlo a través de bellas imágenes en blanco y negro. Aida Pascual presenta Arcadia, donde trabaja en la naturaleza intentando conectar el paisaje con los sentimientos del ser humano, a quien muestra en espacios abiertos y sin fronteras, en los que aparece el hombre en su real insignificancia.
En fotofever París se estrena la recién inaugurada Projekteria, con la primera participación en una feria de la galería, que presentará al público internacional obras de Alberto Franco Díaz y Daffke Hollstein. En Campo de juego, Alberto Franco Díaz, presenta una serie en blanco y negro que, partiendo de un paseo por un bosque, se cuestiona los límites de la realidad y la ficción e indaga en la construcción de nuevas realidades de lugares comunes a través de narraciones alternativas y ambientes inquietantes, generando una visión poética, estética y también crítica. Mientras Daffke Hollstein se interesa en Transfer of deshabitation por el abandono de edificios 20 años después de la caída del muro en la parte oriental de Berlín. Antaño construidos con esfuerzo, usados y habiendo cumplido su función, fueron deliberadamente olvidados y abandonados a una muerte lenta. Reflexiona así sobre la temporalidad, la identidad y la fragilidad, y es un último acto de rebeldía para rescatarlos.
La valentía de estas cuatro galerías, tan jóvenes como entusiastas, les lleva a unir esfuerzos para seguir asentando un nuevo circuito de galerías en Barcelona, abriéndose puertas en otros escenarios y buscando las conexiones internacionales que la creatividad de la ciudad necesita.
