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Por qué unir artistas franceses y uruguayos en una muestra?

Viejos lazos unen a Francia y Uruguay, que se remontan hacia el siglo XVIII con la numerosa inmigración francesa en el Río de ... la Plata, que continuará hasta comienzos del siglo XX y que dejará su impronta notoria en la arquitectura, en las artes plásticas, en la literatura y en la cultura uruguaya.

Uruguay forma parte de la Organisation Internationale de la Francophonie, junto a 77 países porque comparte el idioma y los valores culturales del legado francés.

Montevideo, ya era denominada ? Une nouvelle Troie? en 1850 por Alexandre Dumas en su novela así titulada, cuando relataba el sitio que sufrían sus habitantes desde 1843 durante la Guerra Grande.

Montevideo, vivía y respiraba la cultura francesa.

Desde el diseño de los jardines de quintas de Montevideo, de plazas y bulevares, en la obra paisajista de Carlos Thays, la construcción de la Aduana Nueva por parte del arquitecto Aimé Albourg, pasando por los escritores Isidore Ducasse, conde de Lautréamont (1846-1870), Jules Laforgue (1860-1887) y Jules Supervielle(1884-1960), la cultura francesa ha unido ambos países hasta nuestros días.

En el siglo XX,  Pedro Figari y Joaquín Torres-García se cruzan en Paris.

Carlos Castellanos, José Zorrilla de San Martín, Carmelo de Arzadun, Germán Cabrera, Héctor Sgarbi, Zoma Baitler, Eduardo Vernazza y José Gamarra, entre otros más recientes, exponen sus obras en el Salon d´Automne de Paris, el nexo se perpetúa.

Desde Jean Baptiste Diogènes Hecquet (1866), hijo de un litógrafo francés que diseña los primeros billetes de pesos, a Ernesto Laroche (1879), notorio paisajista, entre otros, la gran mayoría la obra de 12 artistas franceses y 16 uruguayos: Abram; Claire; Chiavazza; Escande; Laurent; Lemock; Le Bricquir; Maille; Margó; Pouchous; Ramyar; Regards Croisés; Sznajder; Casterán; Castillo; Faruelo; Gamba; Gelsi; Kröger; Marrero; Negvi; Olaso; Oliveri; Perillo; Reyes; Stolarsky; Testoni; Villalba; Villamil.

Son escultores, pintores y fotógrafos cuyas formas de expresión, se funden y confunden con historias que vienen de mucho tiempo atrás.

Nos muestran que la obra depende de la creación, del espacio, del tiempo y de la investigación.

El artista se nutre de elementos íntimos, locales, foráneos y globales; con el ritmo actual vertiginoso de la comunicación, el lenguaje se modifica, se transforma, se reinventa y se torna universal porque las distancias se acortan.

Esta muestra es la conjunción de dos pueblos que supieron mirarse en el tiempo, nutrirse, respetarse y valorarse llegando cada uno a su propia identidad.

Myriam Managau

Curadora