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Moldear la arcilla es dar vida a la materia. Es el inicio de un camino de libertad hacia líneas de expresión que me permiten crear de alguna manera -aunque no siempre lo consiga- un arte que represente la realidad del mundo en que vivimos; ya que es el fondo más que la forma lo que me preocupa.

Este proceso seductor y excitante me inspira una actividad intensa, creándose una complicidad entre la obra y yo, hasta que, una vez acabada ésta, posee su propia autonomía.

Por otra parte, debo decir que mis esculturas se basan generalmente en ... formas de expresividad que se hacen patentes en el reconocimiento de mi obra. Formas que, consciente o inconscientemente, están relacionadas con las técnicas tradicionales, aunque sin lugar a dudas, en su mayoría prevalece intencionadamente, ese corte moderno y de actualidad, por el que siento verdadera pasión.

De algún modo, al igual que en mi obra poética, juega también un papel importante mi inclinación por las imágenes que emergen de mi imaginación.