Al igual que nuestros antiguos ancestros, la artista venezolana Mariana Bunimov es cazadora-recolectora. Moviéndose en el mundo un tanto desmedido de objetos e imágenes, Bunimov reacciona primordialmente, alimentándose en el desierto, introduciéndose cosas, acumulando lo que necesita, y más, para el largo y frío invierno de su conciencia.
Arrastrando los restos de la vida, Bunimov interroga los recuerdos de su infancia, revisa las conexiones con su familia, filtra sus experiencias inmediatas y explora paisajes tanto reales como imaginarios. Cuando se trabaja en escultura, video e instalación, las obras de Bunimov rebosan de cosas que ella ha coleccionado o preservado. Los materiales para sus trabajos escultóricos incluyen las cansadas cajas de cartón de medicamentos recetados y de venta libre transformados en un castillo de juguete; instrumentos olvidados y desechados, pedazos de muebles, utensilios de cocina, libros, herramientas, juguetes y plantas improvisados para formar un todo a partir de fragmentos; y página tras...página de papel amarillento, restos de sus días en la escuela, en capas en una cama frágil. Su video funciona, del mismo modo, corral un exceso de imágenes, bits prestados animados juntos en un collage móvil, estridente.
Entrada actualizada el el 20 jul de 2018
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