Genesis muestra el interés de Andrei Fărcășanu por observar, absorber, y luego, a través de su mundo interior, traducirlo en imágenes íntimas llenas de una profunda belleza minimalista. Representa también, un recorrido por la vida del fotógrafo: desde sus raíces del Este de Europa hasta su posterior residencia en el mediterráneo, Barcelona. Su visión particular influida por experiencias y lugares vividos; la inspiración generada por la naturaleza representativa de la cultura balcánica mezclada con ideas de la filosofía occidental y oriental. Combinado con su interés estético por la pintura expresionista, la impresionista, la cinematografía de Tarkovski y también la fotografía metafísica y pictorialista. Las fotografías de Andrei están conformadas por composiciones con absoluta reducción de elementos, un recurso intencionado y de difícil ejecución que invita a la mirada pausada, contemplativa y poética, en la que surgen imágenes etéreas, intimistas, con el deseo de transmitir los profundos misterios del mundo que...nos rodea.
La técnica fotográfica de positivado lith sobre papel mate cálido utilizada, es otro recurso que refuerza este propósito, y debido al proceso analógico empleado, presenta un color determinado y gran contraste, una calidad que nos remite a otras disciplinas como las artes gráficas o la pintura.
La exposición abarca una amplia selección de fotografías que a modo de trilogía incluye tres series: The quiet sense of nature, Timeless Interventions y Abyss (esta última se presenta en primicia en Galería ilmondo, Barcelona).
La intención final de la muestra es transmitir que todo lo que pasa en la vida del ser humano es válido, los diferentes episodios no se cancelan o enfrentan, sino que somos el resultado de todos ellos juntos. Opuestamente a los preceptos matemáticos, en este caso
“1 más 1 no resulta 2 sino un 1 más grande y complejo” *
*basado en las palabras del personaje Andrei Gorchakov en la película Nostalghia de Andrei Tarkovski: “una gota y otra gota hacen una gota mas grande, no dos”
texto por Nadia García-Barbón a partir de conversaciones con el autor
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Sobre las series que componen la exposición
Abyss
Surgido como resultado de un 2020 muy desafiante, por decir lo menos, esta serie es el recordatorio de la forma en que vemos las cosas. Expresa las propias búsquedas del artista, sus miedos y esperanzas, emociones o decepciones, enfrentándose a lo inevitable y a lo incontrolable, a lo que está fuera de su alcance y a los sentimientos de soledad o pérdida que, paradójicamente, también traen consigo la alegría y el asombro, para complementarse uno al otro.
Abyss es una exploración del propio universo interior del artista y se erige como una conclusión del hecho de que el blanco y el negro, lo que generalmente llamamos el bien o el mal, son la mayoría de las veces, si no siempre, el resultado de nuestras búsquedas interiores, más que algo que fue, es o será de una manera determinada y predeterminada.
Este año seguramente nos hizo reflexionar mucho sobre este aspecto de nuestras vidas. La impresión que este proceso dejó en Andrei no pretende dar ninguna respuesta a través de su obra, sino que intenta hacernos replantear la búsqueda del verdadero yo y alentar el esfuerzo de hacerlo, simplemente mostrando que no estamos solos en esta búsqueda de la paz interior. Nada está ya ahí y nunca lo estuvo. Nos lleva por un breve momento a un lugar sin preguntas de ser o no ser, porque todo es y no es al mismo tiempo, hasta que alguien decide traer conscientemente algo a la existencia iluminándolo.
En lugar de explicar algo, esta serie más bien pretende abrir perspectivas a las que todavía no logramos encontrar respuestas.
texto por Dragoș Ioja
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Sobre las series que componen la exposición:
The quiet sense of nature
La parte esencial de este trabajo es la observación, la captación de la belleza de la naturaleza que subyace tras las primeras impresiones, aquello que - según el fotógrafo - no se capta a primera vista. Esta es la razón por la cual el artista propone mirar con calma, detenidamente, para descubrir aquello que la primera apariencia esconde.
De esta mirada penetrante y serena de los más insignificantes elementos de lo real surgen imágenes minimalistas, etéreas, intimistas que han sido positivadas en tecnica LITH sobre papel mate cálido y que, debido al proceso analógico empleado, presentan un color, una determinada gama tonal, alto contraste, un cierto aire pictórico, en definitiva, una calidad que nos remite a otras disciplinas Como por ejemplo artes graficas o pintura.
Tras estas imágenes, aparentemente sencillas, se manifiesta una forma concreta de ver la realidad de tal manera que el fotógrafo indaga y se integra en la naturaleza que captura y nos obliga - haciéndonos partícipes - a introducirnos con un leve detenimiento en el trasfondo de cada uno de los mundos que nos ha descubierto.
Bea Porqueres - Historiadora, Premio Nacional por investigación artística (España)
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Sobre las series que componen la exposición:
Timeless Interventions
“Un poeta es quien que usa una imagen para expresar un mensaje universal” Andrei Tarkovski
La serie Timeless Interventions pretende representar el concepto de tiempo en general, pero en particular la idea de que experimentamos el Tiempo como una línea de presentes continuos. El punto de partida de percepción, que no sería ni pasado ni futuro, sino solo una suma lineal de presentes, transmitida en la experiencia perceptiva momentánea una y otra vez.
Muchos filósofos afirman que nuestra apreciación está restringida al presente y que percibimos o experimentamos sólo lo que está contenido en un presente momentáneo. En el siglo V, Agustín de Hipona fue el primero en describir el tiempo de esta manera, pero desde entonces muchos otros autores (Emanuel Kant, Albert Einstein, Carl Jung...) trataron de entender qué es el tiempo describiéndolo como presente continuo, una sucesión de presentes que forman el tiempo.
Las “intervenciones atemporales” de Andrei Farcasanu desafían el concepto principal de la fotografía en sí misma, percibimos la fotografía como una forma de congelar el presente en fotogramas fijos que se convertirán en recuerdos, testigos de lo que ya sucedió, vestigios de memoria y recuerdos. En cambio, con esta serie el autor propone que experimentemos con la sensación de fotografías que son a la vez fijas y fluidas. Representaciones atemporales a modo de fotogramas en curso, intermediario conceptual entre lo abstracto y lo concreto donde las imágenes no tienen tiempo real o tiempo abstracto, sino que tiene su propio tiempo, un tiempo de ensueño.
texto por Andrei Fărcășanu, adaptación y traducción por Nadia García-Barbón
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Andrei Fărcășanu (Craiova, România, 1981) es un fotógrafo rumano afincado en Barcelona, España, desde 2011. Ha realizado diversas exposiciones en varios países expresando su técnica y manera de ver la fotografía. Su trabajo se centra en la fotografía pictórica íntima utilizada como una forma de investigar los detalles sutiles de la vida cotidiana. A través de su fotografía minimalista, blanco y negro, de formato pequeño nos propone acercarnos a la intimidad de la naturaleza de las cosas y de los pequeños encuentros diarios. El artista transforma sus fotografías a un nivel de objeto único y singular y nos permite acercarnos a los detalles y detenernos por un instante de nuestra vida cotidiana.
Andrei Fărcășanu es licenciado en Arte mural por la Universidad Nacional de Artes de Bucarest, Academia de Bellas Artes, con una especialización en pintura mural (2003); cuenta con una Maestría en Fotografía y Artes en vivo (2005) y un Doctorado en fotografía con la tesis Fotografía Social (2013), por la misma Universidad.
En los últimos años ha ganado varios concursos y premios de fotografía, Premio Internacional OpenWalls Arles(Inglatera-Francia) in 2020, Premio internacional de fotografia de Barcelona en 2016, Premio de Fotografia Joan Cabanas Alibau en 2015 y desde 1999 ha participado en exposiciones en Olanda, España, Rumanía, Serbia, Francia, Grecia, Polonia.
Su trabajo se encuentra en instituciones y colecciones privadas de todo el mundo.
