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La obra de Tomás Molins surge de la búsqueda de la esencia a través de la geometría y viene a demostrar, una vez más, que el arte no deja de ser un continuo diálogo con el pasado y que se trata de un artista que sabe reducir su pintura a las formas más sencillas y claras, despojándola de toda superficialidad.

Molins reúne en esta ocasión más de 40 obras en las que predominan el uso de maderas nobles sobre un fondo de pintura, tal y como se explica en el catálogo: 'Tomás Molins utiliza la madera como un forma geométrica que incorpora al cuadro, ... al modo de Ben Nicholson pero con la diferencia de que Molins deja, en la mayoría de ocasiones, esa madera con su color natural, con sus vetas y sus imperfecciones, lo que le da una apariencia tosca que contrasta con la uniformidad de los colores que usa en los fondos'.

Esta serie de obras también presenta una característica común que reside en la búsqueda de la tercera dimensión. Los ensamblajes de Tomás Molins adquieren una profundidad similar a los relieves de los templos griegos. Esa antigua denominación de bajo, medio y alto relieve bien podría aplicarse a estas obras, cuyos tacos de madera parecen querer salir del cuadro. Una técnica que emparenta estas obras con las de Lucio Fontana, quien abrió el camino de la superación de los límites entre pintura y escultura, algo presente en toda su obra, primero en los agujeros realizados con punzón ('buchi') y, posteriormente, con los cortes realizados en el lienzo ('tagli').

Tomás Molins nació en México DF el 4 diciembre de 1945 y ha desarrollado su carrera artística en México y España, principalmente. Fue seleccionado en 1981 por Rosa de Lera y Alejandra de Arnáiz para participar en una exposición colectiva en México D.F. denominada 'Bazar de arte' junto con obra de artistas mexicanos tan conocidos como David Alfaro Siqueiros o Rufino Tamayo. En 1983, realiza su primera exposición individual en México D.F. en la Galería Coyoacan, donde reúne un total de 24 obras. El Heraldo de México destaca 'la trayectoria figurativa-abstracta del autor y el sello personal que imprime a las obras'.

En 1984, realiza una exposición individual en la Galería Balance situada en Las Lomas de Chapultepec de la capital mexicana. La prensa mexicana vuelve a destacar la buena acogida de la muestra. El diario Universal titula: 'Los críticos de arte elogiaron la obra pictórica actual de Tomás'. El Excelsior destaca las explicaciones que Margarita Capetillo realiza en el catálogo: 'Los temas de Tomás son impredecibles, su obra posee el mágico danzar de duendes alucinados que con sus puntas de plata dibujan sus pinceles en un lienzo etéreo, flores difuminadas, árboles suplicantes, estallar de mariposas, barcos deslizándose en aguas tranquilas, perfiles moriscos cuajados de fina bruma'.

Tras más de quince años de silencio en el campo artístico en los que se replantea sus fundamentos plásticos, Tomás participa en 2003 en una exposición colectiva comisariada por el profesor universitario José Saborit que lleva el título 'Árboles para Russafa' en el centro cultural 'Color Elefante' de Valencia junto con artistas como Horacio Silva, Curro Canavese u Oliver Johnson. Esta exposición pretende reinvindicar una mayor presencia de árboles en este tradicional barrio de la ciudad de Valencia. La obra presentada por Tomás supone un tránsito entre la figuración y la geometría que caracterizará a partir de ese momento su estilo. Esta obra puede considerarse la despedida de la figuración y el inicio de la geometría junto con la búsqueda de nuevos materiales, como la madera, que a partir de ahora incorporará a su obra.

En 2005, Tomás presenta en Castellón una selección de más de 30 obras en las que ya se puede observar totalmente su apuesta por la geometría. Tal y como señala el artista y comisario de exposiciones David Rodríguez en el texto que acompaña a la exposición, 'Tomás explora dos líneas de investigación dentro del marco de la geometría: una a través de la pintura como técnica y la otra a través de la técnica del ensamblaje, ambas siempre planteadas desde una mirada pictórica'.

Esas mismas líneas geométricas son las que pueden contemplarse en 2007 en la exposición individual organizada en la Galería de La Muralla del Ilustre Colegio Oficial de Abogados de Valencia. Esta muestra reúne 30 obras en las que explora dos líneas de investigación dentro del marco de la geometría: una a través de la pintura como técnica y la otra a través de la técnica del ensamblaje, ambas siempre planteadas desde una mirada pictórica.