El trabajo reciente, “Geometrías Efímeras” del pintor Pablo Sobisch se enmarca dentro de los volúmenes geométricos a los que el artista entiende como espacios “éticos” y a los que adhiere un tratamiento lumínico que transforma la geometría concreta (Malevich, Mondrian) en geometrías efímeras (Newman, Rothko, Alberts) que en este caso se utilizan como escenario destinado a la representación poética y filosófica de las formas. Para Sobisch los márgenes de la geometría contienen hondas raíces humanistas; conceptos tales como equilibrio, justicia en las formas, metáfora visual, opresión etc., forman parte de su visión de la geometría alejadas de la frialdad o la exactitud de las matemáticas. Sobisch, después de un largo periodo de experimentación pictórica, llega a darle a la geometría una lógica novedosa donde la luz y el color se dirigen tanto a la espiritualidad como a la conciencia. Para él “es fundamentalmente desde la ... subjetividad desde donde se puede acceder a lo efímero, al espacio puro o a las realidades físicas del universo”.