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La exposición Tempo rubato, curada por Magalí Arriola, es una muestra del artista Guy de Cointet (París, 1934- Los Ángeles, 1983), que reúne obra gráfica, performances, puestas en escena, así como diversos documentos que se relacionan con su vida y obra. La exposición abarca desde sus primeros trabajos gráficos, libros y dibujos codificados, hasta sus posteriores monólogos y producciones teatrales para las cuales se inspiró en distintos acontecimientos de la historia ... contemporánea, en los medios de comunicación masiva y la cultura popular.

                Hijo de una familia militar, de Cointet tenía una marcada fascinación por los lenguajes secretos utilizados durante la Segunda Guerra Mundial y por las dinámicas cotidianas que se generaban alrededor de ellos, mismos que emparentaba con el carácter manipulativo de la cultura mediática y de su banalidad cifrada. Después de su traslado a Nueva York en 1965 en donde frecuentó la Factory de Andy Warhol, y posteriormente a Los Ángeles en donde trabajó como asistente del artista Larry Bell, de Cointet adoptó como una de sus principales fuentes de inspiración los diálogos de las radionovelas mexicanas, el mundo de la moda, la trivialidad de las conversaciones cotidianas y los distintos códigos de comunicación que marcan nuestras interacciones.

                El tipo de obra y de lenguaje que de Cointet desarrolló se inspira en momentos de la vida diaria a partir de los cuales concibe una serie de situaciones, primero gráficas y luego performáticas, como aquellos momentos extraviados que escapan de las rutinas cotidianas. En ellos, las palabras generan imágenes y devienen en historias que interpelan los sentidos cuyas narrativas sin trama se despliegan en el espacio en la medida en que los personajes activan los objetos y, en la medida, también, en que éstos cambian de identidad y parecen adquirir vida propia; estrategia que se revelaría de suma importancia para toda una generación de artistas de la escena angelina como Mike Kelley, Paul McCarthy, William Leavitt, Allen Ruppersberg y John Baldessari.

                El presentar la producción de Guy de Cointet en México, no sólo sentará un precedente en cuanto a la difusión de la obra de un artista clave para la historia del arte quien, por sus temáticas y estrategias, ha recuperado vigencia y ganado un renombre internacional en años recientes. Esta exposición constituye, también, una oportunidad para adentrarse en el terreno artístico que anunció de Cointet, un terreno que ha sido poco explorado y en el cual convergen pintura, escultura, narración y performance, dando lugar a una hibridación de las prácticas que ha adquirido una nueva relevancia en las manifestaciones artísticas de los últimos años.