-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

HABITAT por Sol Izquierdo

Irene Cruz

Videoinstalación y fotografía se amalgaman en HABITAT conformando un Enviroment propicio, no sólo para la reflexión, sino también para la contemplación estética. A través de la videoinstalación Irene Cruz invita al espectador por primera vez a tomar parte activa de su obra, y con ello a plantearse la relación del hombre con la naturaleza. Según Joachim Ritter, el paisaje es un constructo cultural creado por la sociedad moderna que, alejada del medio natural, sólo puede admirar su belleza una vez se ha emancipado de las necesidades que a ella le atan. Pero si por una parte el paisaje no existe sin observador ... que considere este fragmento de la naturaleza susceptible de contemplación, la artista invita al espectador a que adopte otra manera de mirar. Le insta a dejar de ser un observador pasivo e introducirse en la naturaleza para que su cuerpo quede envuelto por ella. Así, mientras en la experiencia estética del paisaje el cuerpo funciona como receptáculo de sensaciones, al sumergirse en la naturaleza, éste toma conscientemente parte activa de ella. Según la artista, la sociedad en la que vivimos ha olvidado que somos parte de la naturaleza, que de ella procedemos, ella rige nuestro fluir, y por ello debemos volver a ella.

Sólo tras esta reflexión y toma de conciencia del cuerpo, debe enfrentarse el espectador a la serie fotográfica. Frente a la serie se puede jugar con estas dos miradas que la artista nos propone, ver el paisaje como objeto estético cual voyeur o experimentar la naturaleza como parte de nosotros mismos y nuestro cuerpo. Pues el cuerpo, como explica Merleau-Ponty, nos sumerge en lo visible -el paisaje, en este caso- y es él mismo visible. Es posible experimentar este fenómeno perceptivo -la inherencia de lo vidente en lo visible- en las fotografías, donde debemos de ver con el cuerpo y sentir los cuerpos visibles con él.

Los paisajes mantienen el carácter emocional de la serie Stimmung (2013), pero en esta ocasión la artista trabaja por primera vez con el desnudo masculino. Naturaleza, hombre y mujer aparecen en la comunión primigenia, a la que la artista ansía volver. En este reencuentro, los dos cuerpos -masculino y femenino-, resultan a veces indistinguibles; asimismo se produce una identidad entre las figuras desnudas y las formas del paisaje. Cuerpo y naturaleza, largo tiempo condenados por su sensualidad que deviene en fuerza creativa, recobran ahora su esencia vital, sus instintos, para reavivar el mundo anquilosado. La artista crea así, a través de diversos medios, un hábitat: lugar que reúne las condiciones apropiadas para fomentar la fértil relación de la vida y el arte con la naturaleza. Al salir de la berlinesa PPC Gallery sólo querremos huir al bosque.

------------------------------

NATIVE por Ciuco Gutiérrez

Irene Cruz & Giovannina Sequeira

Todo sucede en el bosque, porque este no deja de ser el universo en el que se configuran y alimentan todas las fantasías, los sueños, los temores, los enigmas y, sobre todo, las emociones. En el bosque se encuentran los sonidos de nuestro pasado más primigenio y se dibujan las luces y las sombras de nuestro arrebato vital.

Cuando nos adentramos en el bosque entramos en el territorio de los enigmas que dan lugar a la creación de mitos necesarios para que nos sirvan de guía en este laberinto de preguntas, luces y sombras, de hallazgos y pérdidas y, en definitiva, de intangibles emocionales que forman parte de la fascinación personal. Brujas y hadas conviven con dragones de 2 cabezas y ogros de dos tipos: los agresivos y monstruosos y los nobles y tiernos. El caso es que cada uno de nosotros tenemos un bosque-paisaje mental que forma parte de nuestra memoria emocional más profunda y oscura. El bosque es guardián del tiempo y artífice de vida. El bosque es un bucle. El bosque es TODO.

Las artistas Irene Cruz (Madrid. España.1987) y Giovannina Sequeira (Managua. Nicaragua. 1988), se han unido en una especie de joint venture artística para realizar 10 videos que tratan sobre la relación del ser humano con el paisaje y, especialmente, con el bosque de invierno que imprime en la obra un claro sello romántico. Este trabajo, al que denominan NATIVE, tiene un fuerte carácter perfomativo en las que las dos artistas (unas veces una, otras la otra y en ocasiones las dos) ejercen de actrices-medium interactuando con el escenario natural como si fuera un acto místico y de conocimiento para entender los orígenes del ser humano. Native es un trabajo que está compuesto de diez acciones que recogen la esencia del acto iniciático del sentir y reconocerse en la naturaleza. La estructura narrativa de cada pieza es sencilla y sutil.Esto hace que el discurso tenga una gran capacidad de transmisión poética y emocional, y esté cargado de significados y metáforas que sitúan al espectador en el lugar privilegiado que ocupa el testigo único: el del voyeur que, escondido entre unos matorrales, está participando en silencio de un acto de intenso encuentro iniciático del ser humano con sus orígenes naturales ya olvidados.