Todo parece estar sumamente tranquilo y quieto en el apartamento Londinense de Hiraki Sawa, escenario habitual de la mayoría de sus vídeos. Sin embargo, la aparente paz y el silencio que se respiran son, de súbito, interrumpidos: los objetos inanimados que allí habitan comienzan a ponerse en movimiento recorriendo recónditos lugares del universo particular que es su hogar. Lo inanimado cobra vida.

Es práctica habitual del artista crear situaciones inverosímiles, en las que personajes humanos aparecen, reducida su escala, en los diferentes muebles y estancias de la casa, observando el movimiento de los objetos. Esos humanos, también, en una especie de catarsis colectiva, se ven envueltos en esa frenética e inexorable tendencia a deambular como sonámbulos por los rincones de la casa. Lo mismo ocurre con animales, juguetes… Hiraki les otorga el fantástico don del movimiento. Nada escapa al frenesí, ... a la locura por moverse. Moverse es vivir.

Fantasía sin límites. Escenas que habitualmente se desarrollan en un determinado lugar, son presentadas en contextos diferentes, donde al mismo tiempo se desarrollan otras totalmente distintas.

La sublime imaginación del artista y la gran belleza plástica de las imágenes elaboradas por Hiraki con las herramientas de la animación y el vídeo, nos abducen y nos transportan a su mundo lúdico, dulce e infantil, que resulta difícil abandonar una vez inmersos en él.

Dos de las salas del CAB han sido destinadas a presentar una selección de sus trabajos en vídeo, realizados desde el año 2002 hasta hoy, donde las constantes anteriormente descritas se hacen evidentes. En el tercer espacio, se estrena su obra “HAKO”, una novedosa y soberbia video-instalación de seis canales que el artista ha realizado para las dos instituciones que han colaborado en la ejecución de este proyecto: la Chisenhalle Gallery de Londres y el Centro de Arte Caja de Burgos CAB.

La suma del contenido de las tres salas conforma la que resulta ser su primera gran exposición en nuestro país.