Propuestas como la que acoge en esta ocasión Galería Jamete sirven como prueba de la coherencia que este espacio ha venido planteando en su trayectoria de exposiciones, sin renunciar nunca a dejar sitio para lenguajes diversos, sin más trabas que la sinceridad y la intensidad de la obra, pero sin abandonar su compromiso con determinados lenguajes de la vanguardia. La exposición que se inaugura enlaza perfectamente en este continuo expresivo asociado al arte no figurativo que de un modo habitual se ha respirado en nuestra galería.

Afirmaba Vicente Fernández Cervera respecto a su propia obra que 'El caos es azar, es un juego de probabilidades, y en mi obra no hay espacio para el azar'. La contundencia de su pintura 'de campo de color' por medio de áreas planas de tonos locales, fuertemente geometrizadas, que dan lugar a ... relaciones rotundas de horizontalidad y verticalidad, nos aproximan a este concepto del cuadro como espacio perfectamente racionalizado en el que el azar no puede tener lugar. Pero excluir el azar implica, además, negar la presencia de la propia huella del autor en la obra, borrar la pincelada, eliminar el gesto. Afirmaba en relación a estas ideas Félix Fuentes que Vicente Fernández 'no renuncia al juego, en su caso un juego mental que hace uso del número y las relaciones matemático-geométricas para construir el cuadro según el principio clásico de la relación del todo con la parte y de las partes entre sí, con el ideal de conseguir más que obras singulares, superficies pictóricas que se han autogenerado como consecuencia de la creación de una secuencia de principios combinatorios a partir de una unidad visual mínima, el cuadrado'.

Enlaza, de este modo, su obra con autores próximos a De Stijl y la abstracción geométrica, como Huszar o Mondrian, quién desarrollaba en los años veinte del pasado siglo su concepto de 'Neoplasticismo', alterando el concepto de Malevitsch, que consideraba el arte 'como creación de formas elementales' para definirlo como creación 'de relaciones elementales' basadas 'en la relación equilibrada de fuerzas contrarias' (Cor Blok, 'Historia del Arte Abstracto, 1900-1960') neutralizadas unas a otras al eliminar la pervivencia de elementos individuales disonantes.