Un mismo concepto puede tener muchas formas de expresión asociadas. En la obra de Maite Sainz, existe una idea general, que no es otra que el desarrollo del arte -de la pintura, en este caso- a través de una labor continuada de investigación, en la que se conjugan aspectos como la ciencia, la historia o la plástica, dentro de una línea en la que se unen lo primitivo y lo contemporáneo, con el respeto hacia las fuentes antiguas.

En 'Hija del Sol', la artista retoma una colección y profundiza en ella desde una nueva mirada, que la convierte de hecho en algo distinto y original. El punto de partida de este trabajo incorpora tradiciones de los nativos americanos. De hecho, se relaciona con una de las más importantes mitologías de estas culturas, cuyo cuerpo ... se instituyó inicialmente en el ámbito del pueblo Cherokee.

La tradición recoge el enfado del Sol -femenino para los indios americanos- con sus hijos los hombres, que entornaban o cerraban los ojos al mirarla. Los humanos, a su vez, trataron de dominar a la fuente de la luz, para lo cual quisieron sorprenderla cuando paraba, como hacía a diario, en la casa de su hija, la única estrella que brillaba de día. El Sol escapó, pero su hija sufrió el ataque y se transformó en un pájaro rojo.

La historia es más larga y compleja, pero al final reinó la armonía. Sobre todo cuando los hombres eligieron a sus jóvenes más bellos para que bailaran en honor del Sol, con el fin de contentarla. Aquí surgió la más poderosa costumbre ritual de los Blackfoot, la Danza del Sol, que ha tenido su reflejo incluso en el nombre del mayor festival de cine independiente americano, Sundance.

La obra de Maite Sainz también apunta hacia la belleza y el equilibrio. Y lo hace mediante fórmulas muy diversas, tanto en formatos como en aspectos diversos de su pintura expresionista. La figura humana, femenina, muestra danzas y es acompañada por símbolos. La geometría y el color -con el dorado del Sol y el rojo que se asocia, entre otros elementos, con su hija- construyen armónicas composiciones. La plástica contemporánea aparece unida a aspectos de la condición humana y del alma, desde la sanación a la paz interior. Todo ello, relacionado también con las culturas chamánicas que la autora ya había recogido en otra colección. Y es que, en el caso de Maite Sainz, cada una de estas colecciones no es más que una parte de un gran todo, que es su pintura.