Dadi Dreucol prefiere separar su identidad personal de su identidad artística.
Su proyecto nace para investigar el entorno urbano desde una perspectiva práctica, sin olvidar nunca la teoría.
Pintura mural, dibujo, fotografía, video o performance; cualquier disciplina es válida con el fin de aportar reflexiones, habitualmente sobre el medio en el que el artista desarrolla su trabajo: el entorno urbano y no duda en plasmar su arte en todos aquellos lugares que transita.
En la exposición “Hola, ¡quiero jugar!”, tienen cabida todas las disciplinas alrededor de las que gira su investigación artística en la actualidad: pintura, dibujo de estudio, instalación y performance.
Se trata de su segunda exposición individual y la primera en una galería comercial, algo que es muy relevante si consideramos que el artista está acostumbrado a emplear el entorno urbano como contexto expositivo y siempre ha sido reacio en exponer en instituciones cerradas. Dadi Dreucol crea una...mitología y un lenguaje narrativo propio que es desde luego un ejercicio conceptual más que de estilo.
Es importante evidenciar como el concepto del “juego” para el artista es fuente del proceso creativo, esa “voluntad de no limitar ni el espacio ni el formato” y sobretodo el “adaptarse a las dificultades del entorno, incorporarlas y convertirlas en un atributo”.
El título de la exposición sigue una continuidad temática con la reciente exposición realizada en el espacio Iniciarte del Palmeral de las Sorpresas, centrándose en esta ocasión más en los dibujos y menos en el tema espacial, aunque también en este caso el artista quiera manifestar una ironía naíf acerca de los contextos expositivos tradicionales, que en la mayoría de los casos le aburren. La música es un elemento recurrente en su obra y utiliza un paralelismo muy claro con los conciertos que le gustan, algo donde generalmente puede lograr experimentar muchas más sensaciones que en una exposición.
El núcleo principal de este proyecto expositivo es conformado por unos 15 dibujos y pinturas sobre papel, de medio y gran formato, dispuestos específicamente para la sala, dos instalaciones ideadas site specific para el proyecto y varios murales. Todos estos trabajos han sido realizados en el estudio que el artista comparte con el colectivo Cienfuegos en el Molinillo en 2015.
La instalación realizada en la entrada de la galería contiene distintos bocetos y fotos de murales ya realizado, dibujos o bocetos de obras presentes en la exposición.
“Selfie”, una de las piezas principales de esta exposición, es una pintura de gran formato de 120 x 200 cm que representa una composición realizada con su personaje fetiche, que en cierta medida es como un símbolo de la esencia existencial del ser humano. Un “selfie”, procedente de la palabra inglesa “self”, literalmente “yo mismo”, es usualmente un retrato realizado con una cámara fotográfica, digital o de teléfono móvil y se trata de una práctica muy asociada a las redes sociales, esta obra reflexiona sobre la moda del narcisismo o egolatría vinculada a este fenómeno: “Exactamente igual que en el día a día. Pensamos en el selfie que nos vamos a hacer y no advertimos que la cámara con la cual nos auto enfocamos es la misma con la que podríamos mirar más allá de nosotros mismos. ¡NECIOS NARCISOS!”.
Otras dos piezas de gran formato, tituladas “Requiem festivo” de 150 x 120 cm, hacen una clara referencia a la muerte a través de metáforas y metalenguaje: una de las obras reproduce en parte el mural realizado por el artista en la calle victoria, por el cierre del cine Andalucía, incluyendo como referencia meta-cinematográfica la palabra “the end” y recordándonos el cierre de los principales cines históricos en el centro de Málaga; la otra pieza, escenifica una especie de fiesta de despedida donde unos globos nos saludan escribiendo la palabra “goodbye”.
Hay otras 4 piezas de 200 x 50 cm, con nombres de pensadores de distintas épocas de la historia de la filosofía, desde Platón pasando por Descartes, hasta llegar a Kant o Nietzche, todas piezas con un formato horizontal alargado y un discurso narrativo, cuya ironía reside en el título si nos fijamos en la iconografía de los personajes.
Completan la exposición varias piezas de medio formato, entre las que destacan los dípticos “Tabú” y “Pensamiento geométrico”, en los que aparecen unos personajes antitéticos cuyo centro fulcro o centro neurálgico es la cabeza y que plantean la clásica dicotomía sobre cómo funciona el razonamiento.
Despuntan dentro de este proyecto expositivo otros tres dibujos en grafito y carbón sobre papel, entre ellos la pieza “Naturaleza muerta” que ha participado recientemente en una de las últimas acciones del proyecto Brandalism -contracción de brand (marca) y vandalism (vandalismo)- durante la Conferencia sobre el cambio climático en París (COP 21), donde alrededor de 80 artistas de 19 países han reemplazado las marquesinas parisinos por creaciones satíricas sobre el clima, capitalismo y consumismo ilegal, como parte de una campaña para llamar la atención de los organizadores para que tomen medidas que realmente beneficien al mundo y su ambiente.
Habrá también varias intervenciones, tanto en la fachada de la galería como varios murales en su interior y una acción realizada con el personaje habitual de sus performance, titulada “Evolución” que es una reflexión sobre qué hacer con una tele estropeada y más en general sobre la obsolescencia programada. En cierta manera es sutil crítica a la planificación del fin de la vida útil de un producto tecnológico por parte del fabricante, debido a que, tras un periodo de tiempo determinado, éste deje de funcionar o simplemente se vuelva inútil, obligando al consumidor a adquirir otro.
Como último presentaremos la serigrafía "Selfie"de 50x70 cm en edición de #/50, producida especialmente para la ocasión.
Sobre Dadi Dreucol:
Hay, al menos, dos opciones más viables que emplear este espacio para tratar de conocer la biografía de Dadi Dreucol. La primera es introducir su nombre en algún buscador de la red de redes y seleccionar el contenido que más nos agrade, dependiendo de si a este artista lo odiamos, lo amamos, o si simplemente nos produce una curiosidad momentánea (si le es completamente indiferente, deje de leer). La segunda opción, y quizá la más recomendable, es introducirnos en su trabajo, ya sea conviviendo con una de sus acciones públicas, o interactuando con una de sus muestras en las salas y galerías que nos indican que ESTO ES ARTE. La elección siempre debe ser suya. Decida en cuántas publicaciones ha aparecido, cuántos estudios ha realizado, cuántas exposiciones ha producido, cuántos premios ha ganado, cuántas becas le han sido otorgadas. Decida lo que es verdad y lo que es mentira, incluso lo que dentro de la “verdad” es “mentira” y viceversa. Dadi Dreucol, al fin y al cabo, es solo un invento invertido. Locuerdidad.
Imágenes de la Exposición
Hola, ¡quiero jugar!
Entrada actualizada el el 08 ene de 2016
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