Roberto Gonzalez Fernandez estudia en la Escuela de BB.AA. de San Fernando de Madrid entre 1969 y 1974. Tres años después se traslada a Edimburgo, lugar que se convertira en uno de los escenarios fundamentales de su vida y obra -ya que reside y trabaja desde1982 entre la capital escocesa y Madrid-, y es precisamente protagonista absoluta de la serie 'Holyrood 0809' que configura la muestra de Espacio 48.

Holyrood es un espectacular paisaje de Edimburgo formado por una abadía, un palacio y un parque con el antiguo volcán extinguido de Arthur?s Seat. Entre 1991 y 1992 Roberto desarrollo un proyecto pictórico en torno a él, reflejando a través de treinta lienzos la historia de una estrecha e intensa relación entre el pintor y el paisaje que descubre un día de enero de 1977, ... al llegar por primera vez al que sería su hogar en Regent Terrace y mirar por sus ventanas. Estos oleos de formato alargado se convierten en una de sus señas de identidad. Representan no solo el paisaje, sino también a personas importantes en la vida del artista en primer plano, que se conectan con el escenario de fondo a través de una metáfora visual. El paisaje varía en función de los efectos lumínicos y estacionales, de tal modo que el tiempo es diferente en cada representación, el momento que se plasma no es siempre el mismo... y cada uno de estos matices nos habla del carácter y de la personalidad de los personajes del primer plano. Ya desde sus comienzos como artista plástico, Roberto entendía la pintura como un medio de expresión capaz de ahondar en aspectos personales y profundos. Por ello, concibe la pintura no como una finalidad en sí misma, sino como un medio eficaz 'para analizar desde diferentes puntos de vista los aspectos emocionales y anímicos del hombre en su intimidad'.

Una constante en la obra de Roberto Gonzalez Fernandez desde principios de la década de los noventa es reflejar el paso del tiempo y los efectos que produce en su propia existencia. Es por ello que retoma el tema de Holyrood, centrándose ahora en como este se ha visto modificado a través del tiempo físico que ha transcurrido, y lo reinterpreta a través de la fotografía digital, uno de los procesos técnicos que más interesan al artista en la actualidad. Presenta ante el espectador los diferentes escenarios anteriormente representados a través de la pintura, configurando los mismos en esta revisión el tema principal de la pieza, ya que han desaparecido los personajes, substituyéndose el espacio vacío que ocupaban con el fragmento de paisaje que la figura ocultaba, donde aparecen otros edificios que se han ido construyendo en este lugar, como el Parlamento o El Dynamic Earth que han remplazado a las viejas casas cerca del Palacio de Holyrood.

Por tanto, su creciente interés por la plasmación del paso del tiempo se consolida a través de su obra gráfica digital -como en el caso de esta nueva serie- y responde al deseo del artista de que su obra de testimonio de la evolución de su propia vida y del desarrollo de una sociedad que, en los últimos años, ha sido sometida a un intenso y cambiante flujo de acontecimientos. Es por ello que, sin renunciar a procesos llevados a cabo anteriormente, investiga con nuevos formatos y técnicas que responden a las tecnologías y medios actuales, de manera que su obra pertenece más que nunca al presente.