Exposición en Navarra, España

Homo Ludens. El artista frente al juego

Dónde:
Fundación Museo Jorge Oteiza / De la Cuesta, 7 - Alzuza / Navarra, España
Cuándo:
11 nov de 2010 - 13 feb de 2011
Inauguración:
11 nov de 2010
Comisariada por:
Descripción de la Exposición
Este proyecto, comisariado por Aitziber Urtasun, responsable de Didáctica del Museo Oteiza, analiza los nexos de unión entre los conceptos de creatividad y juego en el mundo del arte. La exposición cuenta con obra gráfica, escultura, instalaciones y videos de animación. Artistas: Ramón Acín, Eugenio Ampudia, Eduardo Apraiz, Rafael Bianchi, Felipe Boso, George Brecht, Joan Brossa, Alexander Calder, Pep Carrió, Leandre Cristòfol, Gerardo Delgado, Fortunato Depero, Marcel Duchamp, Equipo Crónica, Lyonel Feininger, Ángel Ferrant, Isidro Ferrer, Joan Fontcuberta, Grupo texto poético, Josef Hartwig, Nicolás de Lekuona, Zbigniew Libera, Ángel Mateo Charris, Stephane Mallarmé, Norman McLaren, Antoni Miralda, Joan Miró, Juan Luis Moraza, Jorge Oteiza, Julia Otxoa, Pablo Picasso, Carlos Pomarón, Diego del Pozo, Man Ray, Carlos de la Rica, Kurt Schwitters, Ricardo Ugarte, Joaquín Torres García, Luigi Veronesi, Esteban Vicente.

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En 1933, el rector de la Universidad de Leiden, Johan Huizinga, elige como discurso de ... apertura del nuevo curso académico un curioso tema que enmarca bajo el título de «Los límites del juego y de lo serio en la cultura». Sus estudios y reflexiones sobre el tema adquieren la forma de publicación en un libro ya mítico para historiadores, antropólogos y psicólogos: «Homo ludens». El libro, no sólo analiza la importancia del juego en el desarrollo de la sociedad, sino que apoya la tesis de que la cultura, en los distintos y diversos periodos históricos, se desarrolla desde, por y para el juego.

 

La exposición Homo Ludens. El artista frente al juego tiene como objetivo el estudio del juego como proceso creativo dentro de la experiencia estética del artista y la utilización del marco lúdico como herramienta comunicativa entre artista y espectador. La presencia de la experiencia lúdica es una constante en la mayoría de los movimientos de vanguardia del siglo XX y supone un componente habitual en el arte de los últimos años. En este contexto, la muestra acoge una selección de obras que se desarrollan en escenarios tan diversos como la poesía, la pintura, la escultura, la música o el teatro, confirmando así que el juego constituye un elemento inherente al mundo del arte. La gran variedad de propuestas artísticas que conviven en el terreno de lo lúdico hace imposible una representación más extensa de autores, por lo que la selección supone tan sólo una pequeña muestra de una gran realidad: juego y arte conviven y comparten camino. La muestra se articula alrededor de cuatro áreas independientes que poseen, a su vez, nexos comunes de significado.

 

La primera parte, Poéticas visuales, analiza la presencia del lenguaje en el terreno de lo lúdico. Cuando en 1897, Stéphane Mallarmé publica su famosa obra Un coup de dés n'abolirá pas le hassard, la página en blanco adquiere un protagonismo inusual en la composición del poema y surge así una forma más libre de expresar ideas y sentimientos. Su influencia será decisiva para los artistas de vanguardia como Kurt Schwitters, Tristan Tzara o Salvador Dalí, que en el Dadaísmo y Surrealismo abren las puertas al lenguaje de la improvisación, la espontaneidad y el divertimento. Desde este nuevo escenario de creatividad surgen nuevas corrientes como el Letrismo, poesía concreta o la poesía visual, que se configuran en los años setenta como un lenguaje más de la plástica contemporánea y que tienen en nuestro país referentes importantes como Felipe Boso, Carlos de la Rica, Eduardo Apraiz, el grupo Texto Poético, Jorge Oteiza, Joan Brossa, Ricardo Ugarte o Julia Otxoa.

 

La segunda parte de la muestra, Fragmentos de realidad, se construye desde la relación directa, íntima y, en muchas ocasiones, espontánea del artista frente al material. Pequeños retazos de cotidianidad que adquieren formas y realidades inesperadas como en el caso de Ángel Ferrant, Leandre Cristòfol o Joaquín Torres García, Pablo Picasso, Nicolás Lekuona, Geraldo Delgado o el Equipo Crónica. La experiencia lúdica, no sólo permite reinventar los materiales, sino crear nuevas historias desde el mundo del circo o el teatro como las que ofrecen las figuras de Ramón Acín, Fortunato Depero, Alexander Calder, Joan Miró, Luigi Veronesi, Isidro Ferrer, Pep Carrió, Norman Mclaren o Carlos Pomarón.

 

Pese a que el juego se define siempre como una actividad libre, y así debe ser porque el juego impuesto nunca es tal, en ocasiones se adhiere a una serie de reglas preestablecidas que acotan el espacio lúdico y definen los objetivos a desarrollar por parte de los jugadores. En este escenario surgen los juegos de azar, puzles o rompecabezas, que acoge la tercera parte de la exposición bajo el título Juego(s) y que muestra piezas de Duchamp, Man Ray, George Brecht o Josef Hartwig. Piezas en los que se combinan la destreza del jugador y la belleza plástica del propio juego.

 

La última parte de la exposición, Ludosofías críticas, acoge una muestra de obras recientes que configuran su mensaje desde la herramienta del juego. Las nuevas tecnologías ejercen una voraz influencia en la sociedad actual,que se ve permanentemente sumida en la necesidad de un constante intercambio de información y una gran falta de privacidad. En este escenario abrumador, el juego adquiere una nueva dimensión y la diversión, el disfrute o la banalidad dejan paso al análisis y a la crítica. En algunos casos como los Soldats soldes, de Antoní Miralda, o el Lego Concentration Camp, de Zbigniew Libera, los pequeños e inocentes muñequitos de plástico se transforman en la memoria histórica de los atroces conflictos bélicos. En otros casos, como en la obra de Ángel Mateo Charris, sus coloristas composiciones nos acercan al mundo de la política y el abuso de poder. Crítica que también recoge Joan Fontcuberta en su serie Googglegramas, donde juega con internet para hablar de temas tan actuales como el terrorismo. Pero si un rasgo caracteriza a la sociedad contemporánea es la pérdida de valores e identidades personales. Y es en este terreno donde la utilización del juego adquiere una especial trascendencia, ya que el espectador reflexiona con mayor profundidad ante la obra que le permite interactuar. Juan Luís Moraza, Eugenio Ampudia, Rafael Bianchi y Diego del Pozo son autores que invitan «a jugar». Trabajos que certifican el nuevo papel del espectador contemporáneo en el arte, que pasa de mero observador a co-jugador de la partida. Ya lo escribió Jorge Oteiza: la vida es igual al juego.

 

 

 
Imágenes de la Exposición
Jorge Oteiza, Estudios del Laboratorio Experimental, 1956-1957

Entrada actualizada el el 26 may de 2016

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