Lo interesante de esta triangular exposición colectiva, es su convergencia conceptual alrededor de una idea prospectiva del entorno, bien sea este un paisaje natural cualquiera o una parte suburbial de una gran ciudad. Partiendo de una cotidianidad o naturalidad circundante, estos tres artistas tranfiguran la visión explícita e implícita de ciertos lugares y de los elementos que los componen, rescatando así lo que queda ignorado en la inmensidad de lo obvio.

En el caso de la propuesta conjunta de Javier y Eduardo, adquiere especial importancia, no tanto lo que vemos y fácilmente podemos reconocer, como lo que no vemos e imaginamos sucediendo. Es decir, acciones inciertas e imaginadas, inmersas en instantáneas de aglomeraciones arquitectónicas. Por su parte, Irene de Andrés propone una reutilización o apropiación de las grabaciones que nos vigilan, protegen o cautivan, y que pertenecen a ámbitos tan dispares como la seguridad, la investigación ... o la publicidad, para conformar una idea descontextualizada de las cosas y por lo tanto, diferente.

Ignacio Azorín

Nuestra forma de visualizar las imágenes ha cambiado ante el exceso y la sobresaturación. Dentro de este mar inconmensurable de información distintos dispositivos, en un principio nada relacionados con el ámbito artístico, nos devuelven una mirada diferente hacia el paisaje, hacia la 'realidad'. En una mirada de la cual intento apropiarme para crear mis propias colecciones. Mediante el encuadre, la fragmentación o grabaciones de grabaciones, transformo imágenes procedentes de distintos ámbitos como la publicidad, la vigilancia o la investigación, para otorgarle un discurso poético, una nueva representación que permite una reflexión sobre el mundo en el que vivimos. Sobre todo me interesa hacer visible mediante esta serie de dispositivos lo que nos es invisible de cualquier otro modo.

Irene de Andrés

Eduardo Romaguera y Javier Marisco pertenecen a la generación de autores del 'Postilusionismo Imaginoplasta' y del 'Pancretismo Sincrónico'. Los dos nacieron en el año 1976, la llamada generación 'Artfleuve' término que los reúne a lo largo de su extensa carrera artística en la búsqueda de la poética metafísica del acontecimiento y la reflexión hacia los objetos en el tiempo relativizado. Aunque sus particularidades son distantes, se suelen reunir puntualmente en proyectos artísticos, como éste, por un interés común hacia la documentación y la intrahistoria de los acontecimientos 'culturales'.

Durome Sable