Estamos cabalgando entre la catástrofe humana. Ante estos cúmulos de ruinas irrumpen dos extraños personajes deambulando y, a su vez, resguardándose en las ciudades y sus arquitecturas para rescatar la poesía constitutiva de la civilización que a tumbos tratamos de dilucidar ingenuamente. Ambos artistas echan mano de una estructura primitiva de discurrir: la pintura. Aquella que nos ha acompañado históricamente para resignificar nuestra existencia. Porque no es igual pintar que pensar a través de lo pictórico como lo hacen ellos.
Aníbal y Allan, a través del color, investigan la experiencia predominante para generar gestos críticos en los contextos y soportes en donde y con los que trabajan. Desde la latencia de la imaginación cavilan el mundo por medio de la pintura y sus soportes, que nos recuerdan a los muros de Austria para detener la diáspora siria y griega, los muros del Río Bravo, los falsos oasis del capitalismo de producción...en serie, así como los muros y oasis imperantes del establishment del arte… las celdas de la existencia misma.
Dos artistas de diferentes generaciones cuyo punto de encuentro, entre otros, es la exploración de la materia para reconfigurar objetos y, por ende, la historia hegemónica que representan. Sus métodos cercanos al primitivismo, Aníbal Delgado (Guadalajara, 1949) y Allan Villavicencio (Ciudad de México, 1987) apuntalan comentarios acerca de la sociedad actual y la historia de la pintura. Sedimentan lo pictórico en sus actitudes complementarias de flâneurs y ermitaños visuales que trazan la adhesión de la pintura a la cotidianidad para incidir en el mundo de las ideas.
Y ante este panorama, ¿cuáles son los valores estéticos de las obras que descubriremos? ¿Qué incidencia tendrán las obras ante la o el visitante? ¿Qué tensión genera la pintura dentro de este espacio y entre sus propios soportes? Y sobre todo, ¿con qué nos enfrentaremos? Cada una de nosotras y nosotros tendremos que hacernos responsables de las posibles respuestas. Encontrarnos entre la catástrofe un festín convocado por la imaginación para dejar de ser caballos de carreras y detenernos un momento.
Octavio Avendaño Trujillo
Crítico de arte
Imágenes de la Exposición
INCITATUS
Entrada actualizada el el 27 may de 2016
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