La exposición de Renata Otero gira en torno a la serie Insomnio, formada por curiosas piezas que se encuadran dentro de su particular estética colorista, de su universo de autoreferencialidad constante... Son obras autobiográficas, pero que formalmente van más allá del retrato y conceptualmente superan la mera crónica personal. Narran situaciones con las que el espectador se identifica, hasta el punto en que éste se cuestiona su propia realidad, se pregunta a cerca de sus vivencias.

Las pinturas de Renata, así como las 'piezas-marco', una especie de pequeñas esculturas que las complementan, están vinculadas con el espectador y con el contexto en que han sido creadas, en el que el estrés producido por el ritmo frenético con que se desarrolla todo es una constante. Son obras que nos pertenecen porque nos identificamos fácilmente con ellas, porque nos atraen con su ... color -más dramático y ácido que en etapas anteriores- y por el uso audaz de un collage mucho más sutil, con más espacios vacíos que permiten descansar nuestra mirada y apreciar cada uno de los detalles, de los que las piezas de Insomnio están llenas... Como está llena la cabeza de alguien que intenta parar de pensar y no puede, que quiere descansar y que es incapaz... cuando el sonido de alrededor se convierte repentinamente en estruendo... tic-tac tic-tac...