Podríamos escribir sobre varios conceptos, que creemos, van implícitos en la obra que realizamos, pero es preferible subrayar un par de ellos comunes y que el resto surjan de la visualización y comprensión de las obras que han sido entendidas para un espacio concreto, la galería Kessler-Battaglia.
Los dos primeros conceptos más apreciables son el color y la materia, puesto que es lo primero en lo que nos fijamos al observar una instalación sensitiva que esta fuera de prejuicios comunes de la imagen actual. Hoy en día resulta muy complicado desligar lo sensorial de los clichés que se le han establecido durante estos últimos años.
Extraer del contexto para replantear el modo de observar, no intentar convertir lo cotidiano de lo urbano y la digitalización del color en producto artístico, sino en materia de creación.
Estas son las claves del dialogo que se establecen entre las dos propuestas que aparentemente utilizan poéticas distintas.