Henrique Faria Fine Art presenta dos exhibiciones simultáneas, Inter-Espacios y Septiembre 1955, en las que se expondrán obras de Eduardo Santiere y Mercedes Elena González, respectivamente. González utiliza el dibujo para investigar la relación entre la estética optimista del modernismo venezolano de los años cincuenta y las decepciones que han resultado de la compleja historia política del país. Los dibujos de Eduardo Santiere, por su parte, hacen uso del papel como plataforma a partir de la cual es posible imaginar un futuro lejano e incierto en el que formas lúdicas y oníricas interactúan con constelaciones y agregados biomórficos. Ambos artistas han depurado sus técnicas meticulosamente, y las emplean para representar y a la vez encarnar los temas infundidos en cada pieza.
Para vislumbrar topografías futuristas y de ciencia-ficción, Eduardo Santiere construye sus composiciones a partir de la materialidad del propio papel, haciendo uso del más riguroso detallismo. En algunas piezas, el...artista emplea una técnica, a la que se refiere como "rasgado", que consiste en trabajar la superficie del papel como si se tratase de una escultura en bajorrelieve, creando delicados descosidos, puntillados, desgarramientos y montículos. En Sin Título (Primer Psicópata) (2013), una aglomeración de marcas en el papel se fusiona con formas coloridas y suntuosas ejecutadas en grafito y lápices de color. La riqueza de los detalles lleva al espectador a perder todo sentido de la escala y extraviarse en un trabajo en el que puede reconocer tanto un cúmulo de galaxias como un microuniverso de organismos unicelulares. La serie Sinfonías también da cuenta del interés de Santiere en lo abstracto. Utilizando el papel como una partitura musical, el artista juega con la disposición de "notas" o puntos de color definidos por un margen rasgado, proponiendo así nuevos acordes y progresiones cuyos ricos matices pueden ser escuchados dentro de la mente del espectador.
Inspiradas en la edición de septiembre de 1955 de la revista venezolana de arte y arquitectura Integral, las piezas de Mercedes Elena González recrean también una suerte de paisajes abstractos, aunque compuestos de lo que Juan Ledezma llama una "geometría melancólica" de piezas del pasado de Venezuela. Tras su arribo al país hacia mediados del siglo veinte, el pensamiento y arte modernista impulsaron a la juventud venezolana a imaginar un futuro pleno de progreso cultural, económico y social. Luego del fracaso de un gobierno tras otro en llevar a la práctica tales anhelos, las formas que en algún momento simbolizaron la revitalización del país se han transformado hoy en recordatorios del fracaso de las promesas del modernismo. Con las series Septiembre 1955 (2013) y Estudios para Septiembre 1955 (2014), González encara la realidad de la ruina de sus propias ilusiones por una Venezuela mejor. En ambas series, la delicada armonía con que se relacionan los planos geométricos en cada pieza es perturbada por enramados cenceños que se asoman por los bordes y se derraman a lo largo de la composición.
Dando testimonio de dos aproximaciones diferentes al dibujo, ambas exhibiciones lo presentan como técnica que permite explorar y representar ideas profundas y trascendentes, transportando al espectador a múltiples parajes en el tiempo y en el espacio.
