Ha tenido lugar la presentación de un nuevo proyecto específico en el Museo de Bellas Artes de Asturias que, en esta ocasión, ha corrido a cargo de la artista asturiana Irma Álvarez-Laviada (Gijón, 1978), una de las creadoras regionales con más proyección, no sólo a nivel nacional sino también internacional, del panorama actual.
Concebido específicamente para las salas y patio de la planta baja del histórico Palacio de Velarde, Irma Álvarez-Laviada ha intervenido en los espacios palaciegos con un proyecto titulado Aquí no hay nada que mirar. Una reflexión tangible en torno al museo, y todo aquello que, presente, no se ve del mismo. Una producción ad hoc cuyo origen descansa, precisamente, en la integración con el ámbito que la acoge.
En este sentido, una de las peculiaridades y atractivos de este nuevo proyecto de arte contemporáneo descansa en el protagonismo que en el discurso temático de la exposición presenta la propia...actividad generatriz de la misma. Un juego entre proceso, realidad, ausencias y presencias con el que la creadora asturiana invita a reflexionar sobre el propio museo.
Aquí no hay nada que mirar se desarrolla y conforma a partir de tres espacios y ochos piezas de diversa naturaleza. Así, la bienvenida al espacio llega de la mano de la pieza titulada “Del lugar creado (Almacén 1)”, un impactante cubo de DM insertado en el centro del patio del Palacio de Velarde. Representa el volumen que ocupa uno de los almacenes del museo asturiano, integrado a su vez en la propia exposición (sala B). Una forma de materializar un espacio presente, y ciertamente importante, pero no visto por el público: la ausencia que cobra cuerpo. En este sentido, el cubo destacado, asimismo, por lo minimalista pero rotundo de su presencia: la estructura está ensamblada con un material constructivo de color crudo, sin nada añadido, despertando interrogantes y sorpresas que invitan a explorar y profundizar en su naturaleza.
En este mismo espacio, se expone una fotografía, “El taller”, protagonizada por José Carlos González Zazo, responsable de instalaciones y mantenimiento en el museo asturiano y persona crucial en este proyecto al convertirse en el gran hacedor.
La sala A presenta otra sorprendente instalación titulada “Todo está contenido en esta nada”. Utilizando nuevamente el DM, Irma Álvarez-Laviada busca representar el positivo de un contenedor de cuadros. Y no uno cualquiera, sino uno del propio Museo de Bellas Artes de Asturias. La pieza, impactante en su rotundidad y construcción, está compuesta por diez módulos iguales que, a su vez, tienen entidad propia. Única y múltiple, como el contenido del Museo: único en su conjunto, múltiple en cada una de sus piezas al exterior.
A modo de referencia, “Todo está contenido en la nada” se acompaña de un audiovisual de carácter escultórico titulado “Nota la pie” y cuyo encuentro conlleva el recorrido de la gran masa ya citada.
Finalmente, el espacio se cierra con la presencia de “Sobre plano”, un guiño al diseño y al tratamiento más minimalista y delicado de esta creadora.
Por último, Irma Álvarez-Laviada interviene en la sala B con “La pared creíble”, una pieza per se. En ella podemos ver un gran bastidor, varias y diversas enmarcaciones y la apertura de una pared que conecta con algunos de los discursos ya lanzados y presentes en las otras estancias. Esa apertura, que invita adentrarse, permite al visitante ver uno de los almacenes de la pinacoteca regional, integrado como una obra más dentro del proyecto. Aquello que hemos visto en negativo en la sala A, se convierte en positivo en la sala B, aunque no se trate de los mismos almacenes.
De igual modo, el bastidor, con título “Bastidor para Sorolla (Tipo de Guipúzcoa, 1912)”, y el conjunto de marcos propiedad del museo, que junto conforman “En otro sitio (están)”, constituyen por sí mismas obras de arte. A este respecto, el hecho de sacar las piezas de los almacenes y colocarlas tal y como la artista las piensa adquieren el estatus de Obra de Arte. Una cuestión que, sin duda, invitará al visitante a la reflexión.
Con Aquí no hay nada que mirar, el museo asturiano apuesta, una vez más, por el arte asturiano contemporáneo. Un compromiso que desde el año 2013 presenta, de forma anual, los discursos más actuales de algunos de los grandes artistas de nuestra provincia. Proyectos, todos ellos, personales, diferentes y arriesgados con los que se busca generar interrogantes y presentar lo que de rico y sugestivo tiene nuestro mejor arte.
La muestra, comisariada por Laura Gutiérrez, Directora de la Escuela de Arte de Oviedo, podrá disfrutarse hasta el 21 de enero. A propósito de la misma, el próximo jueves, 23 de noviembre, a las 19 horas, tendrá lugar la conferencia “Imaginar el imaginario” en el Aula Magna del Edificio histórico de la Universidad de Oviedo.
Entrada actualizada el el 22 nov de 2023
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
