"Jardín de las mixturas" propone una presentación de los trabajos de Alejandra Riera —“una serie de tentativas”, prefiere definir ella— a lo largo de más de dos décadas. ¿Cómo desplegar de forma concreta los modos poéticos practicados en esas tentativas? ¿Cómo demorarse en sus tiempos largos y atender a la densidad de su tejido? ¿Cómo hacerlo creando lugares que den cabida a los tránsitos de cualquiera que se acerque?
Jardín de las mixturas no se concibe como un espacio y un tiempo cerrados (la sala de exposiciones y su temporalidad programada), sino más bien como conjunto de lugares singulares vinculados por una trama narrativa abierta y una cierta libertad de circulación.
Así, el corredor y las bóvedas del sótano retoman lo realizado en 2013 dentro del proyecto poética(s) de lo inacabado. Junto a las tentativas presentadas allí, el hueco que se practicó en uno de los muros permite, desde entonces, el paso...de aire y luz del exterior hasta el subsuelo del edificio.
El pasaje jardín, en la planta baja, extiende ese gesto al patio del antiguo hospital. Desde 2017, un colectivo abierto de trabajadores del Museo y personas de otros lugares ensaya, en dos parterres del jardín del Edificio Sabatini, formas de atender a la convivencia de las presencias humanas-y-no-humanas que allí tienen lugar: ¿cómo se relacionan?¿cómo hacer sitio a conjuntos que deshacen el imaginario de separación convenida entre lo llamado "humano" y lo considerado "no humano", entre lo que tiene derecho a la palabra y lo considerado sin voz?¿cómo se hablan y apoyan? ¿qué aprendemos de la atención al lugar en el que estamos? ¿cómo se transforma el lugar y nosotros?
Los lugares de ensayos, en la tercera planta, se distribuyen en cuatro espacios que son, a su vez, entradas a las investigaciones sostenidas por Riera junto con otr+s desde mediados de la década de 1990, y articuladas en torno a filmes-documentos, escritura orgánica e imagen-texto. Dichas entradas (Poética(s) de lo inacabado; Observaciones sobre los colores: el lugar de lo interrogativo y la duda; Cuadro colectivo: útiles y poesía de lo conjunto; Vegetales: presencias y pensamientos en movimiento) señalan preguntas comunes con su vocabulario propio, y ponen el acento en lo sensible concreto y las formas de hacer con él. Si vemos nuestros trabajos como las formas de amor en que cada uno intenta ocupar su tiempo y energía con otros seres y cosas, en el tejido de tales trabajos es siempre posible sentir el poder de un obrar artesanal.
Entrada actualizada el el 17 may de 2022
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