La muestra comisariada por el Grupo Centrifugarte ha representado en las instituciones europeas dos concepciones opuestas de la fisionomía del arte actual español: la objetualidad barroca y la iconografía incisiva de JARR, que reinventa el legado post-pop y se enfrenta al minimalismo conceptual de los trabajos audiovisuales de Jesús Azogue, que nos adentra en una realidad virtual, paralela e interactiva.

Ambos abordan el Barroco entendido como superposición de medios como el punto de partida de un itinerario por el espacio narrativo de cada autor que nos lleva a puntos de intersección en los que la pintura, el objeto o la videocreación comparten una misma intensidad e-motiva.

En esta exposición el valenciano JARR elabora más que nunca su peculiar inercia barroca y ... mística, repleta de referencias proféticas, para realizar una crítica mordaz de la realidad política y social, rescatando algunos de los códigos del pop más ácido. Y todo ello sin renunciar a sus juegos objetuales que dan vida a sus pinturas dotándolas literalmente de ojos seráficos que convierten al observador en observado.

Esa dosis de realismo está también presente en la serie Social Manners de Jesús Azogue, verdaderos cuadros interactivos cuyos personajes viven y actúan en atmósferas tenebristas para capturar la mirada cómplice del espectador, y sumergirle en una acción inquietante y lynchiana, que desdibuja los límites entre el espacio del arte y la realidad.