Cristobal Povedano : Hacer fácil lo difícil
Gracias a esta interesante iniciativa de Paradores, podemos disfrutar de la obra de Cristóbal Povedano en este magnifico espacio del Parador de El Saler. En un enclave tan espectacular de la Comunidad Valenciana donde se disfruta entre otros de la naturaleza, los deportes al aire libre o la gastronomía, ahora podemos también apreciar y conocer la obra de este gran artista cordobés a través de esta exposición.
La admiración que profeso por Cristóbal Povedano va más allá de lo profesional, pero en estas líneas, con unas breves palabras, voy a centrarme en compartir esta admiración por su obra con los viajeros que han tenido la suerte de pasar por aquí y que espero se lleven una “experiencia artística” en su equipaje de vuelta.
¿Por qué la elección de este título? Pues porque resume muy bien su obra a lo largo de toda su reconocida trayectoria,...siempre fiel a si mismo y lejos de modas pasajeras.
Ante sus obras de formas definidas geométricamente, donde la abstracción es el lenguaje elegido, se percibe una armonía y equilibrio que no pueden ser fruto del azar. Nada se improvisa, se parte de los concreto y se deriva a lo abstracto, se hace sencillo lo complejo y se llega al espectador a través de formas geométricas aparentemente “fáciles” pero que en realidad encierran y comunican sus vivencias, sus emociones y su conocimiento del mundo con una gran lucidez.
No es extraña la elección del lenguaje de la abstracción para un amante de la pintura cuatrocentista del Renacimiento italiano o de los pioneros de las vanguardias como Cézanne y apasionado por las pinturas cubistas de Picasso o Juan Gris. Todos ellos revolucionaron la historia de la pintura y Povedano, en su búsqueda de lo esencial, dejando de lado lo superfluo, disfruta de los logros y victorias de estos artistas, al igual que de las aportaciones del genial Velázquez y de Zurbarán.
Por todo lo anteriormente citado Cristóbal Povedano es uno de los mayores representantes de la Abstracción Geómetrica española desde hace varias décadas. Su formación de arquitecto hace entre otras cosas que estas obras estén perfectamente integradas en este marco excepcional que es el Parador de El Saler. También como arquitecto las dos dimensiones se le quedan pequeñas y busca en sus obras texturas y relieves como en sus cuadros H (2011) o Tono de la grulla azul (2005).
Partiendo del lienzo blanco, que ya es un espacio en si mismo, busca formas geométricas nuevas que a veces le llevan a explorar singulares formatos como en Equis (1991) o la original obra titulada Cara y cruz (2000). Y cuando da una vuelta de tuerca a este proceso, crea espectaculares esculturas como la serie de Columna vertebral (2016), donde los planos exentos construyen las formas y los volúmenes en vertical, libres del formato plano.
En esta selección de obras que forman esta muestra queda en evidencia otra de sus principales características: Cristóbal es un perenne e infatigable buscador de belleza tanto en su trabajo de artista como en su día a día, en las cosas que le rodean, en su vida cotidiana y eso se respira en esta muestra. Incluso algunas de sus obras están realizadas con materiales desechados, encontrados por casualidad, restos de nuestra forma de vida excesiva que él sabe mimar y transformar en obras de arte.
No podemos dejar de lado los colores que junto con la línea y el dibujo conforma su identidad artística. El color, tan importante en su obra, nos remite a la naturaleza y su admiración por ella como queda en evidencia en obras como Grulla azul III (2009). Degradando los tonos vibran las superficies. Los colores son vivos, limitan los espacios y dan una energía que también define su obra.
Hemos comenzado remarcando su capacidad de síntesis partiendo de una complejidad enmascarada y acabamos con su aprecio por la naturaleza. Sus obras, casi matemática pura, respiran del orden y la armonía fruto de la lógica humana pero también del orden y la armonía que encontramos en la naturaleza.
Ese es el gran enigma de sus creaciones donde el equilibrio de las formas, la plenitud de los colores y la fluidez entre unos y otros, contrastan con un ritmo y una tensión presentes que construye su obra y genera un resultado magnético que atrae nuestra atención.
Así fue mi experiencia desde que conocí su trabajo, un trabajo que él disfruta haciendo y compartiendo con nosotros. Y eso se nota.
Ahora es el turno del viajero que se hospeda en este Parador, quien necesita lentitud y serenidad para escuchar el mensaje que Cristóbal Povedano nos transmite con esta exposición, donde el espacio gana el pulso al tiempo: tener la paz de disfrutar del arte en el día al día de manera natural y que la inquietud artística y la labor creadora se integren en nuestras vidas para que todos seamos buscadores de belleza como él.
Almudena Ros
Conservadora Colección Alicia Koplowitz – Grupo Omega Capital
Imágenes de la Exposición
Cristobal
Entrada actualizada el el 20 mar de 2020
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