Con motivo del centenario del nacimiento de Kati Horna (Budapest, Hungría 1912-2000), celebrado en 2012, el Museo Amparo en colaboración con el Museo Jeu de Paume de París, presentan la exposición homónima Kati Horna, cuyo fin es realizar un reconocimiento internacional a esta fotógrafa versátil y vanguardista, de un humanismo comprometido, destacando su singular creatividad artística y las aportaciones realizadas en el desarrollo del fotoperiodismo y del fotorreportaje.

La exposición Kati Horna busca realizar un extenso recuento de su obra permitiendo una revalorización y rescate de esta artista que se inició en la fotografía a la edad de 21 años en Hungría, rodeada de las vanguardias europeas de los años treinta -el constructivismo ruso, la escuela de La Bauhaus, el surrealismo, la nueva objetividad alemana-, mostrando para tal fin, la extensa producción que a lo largo de más de seis décadas produjo tanto ... en Europa como en México, su patria adoptiva.

Se presentan más de 150 obras, la mayoría de ellas impresiones de época, de las cuales el 70% son obras inéditas o escasamente divulgadas en el siglo XX. Además, se incluye una vasta documentación con fotografía personal de la artista y revistas en las cuales colaboró en su itinerancia a través de Budapest, París, España y México. Las obras provienen del Archivo Privado de Fotografía y Gráfica Kati y José Horna, del Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, así como de colecciones privadas.

Los curadores de la exposición, Ángeles Alonso Espinosa y José Antonio Rodríguez, han organizado la muestra en torno a tres grandes ejes:

1. Los inicios: Budapest, Alemania y París. Nacida en Hungría en un momento de inestabilidad y conflicto político y social, el sufrimiento, la violencia, la injusticia y el peligro van a inscribirse en su persona de manera profunda. Es en estos inicios en donde vemos perfilarse una estética que la acompañará por siempre, en donde produce collage y fotomontajes, muy en sintonía con los movimientos de La Bauhaus, el surrealismo, la nueva objetividad alemana, todas estas corrientes que se vuelven parte del arte y la fotografía modernas y vanguardistas de la Europa de los años treinta, lo cual convivirá en su trabajo humanista que comenzaba a nacer en el periodo de entre guerras.

2. España y la Guerra Civil. Entre 1937 y 1939 documentará de manera sensible la Guerra Civil española. De esta obra, actualmente se conoce un legado de más de 270 negativos -resguardados actualmente por el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, España- que documentan la realidad del conflicto bélico en el frente, así como el testimonio del espacio cotidiano de la población civil a través de una mirada que convive con el entorno y las personas. Comprometida con la causa anarquista, ingresó como redactora de la revista Umbral y participó en la revista de acción cultural al servicio de la CNT: Libre Studio, igualmente colaboró en Tierra y Libertad, Tiempos Nuevos y Mujeres Libres, todas estas publicaciones no vueltas a mostrarse en público hasta la presente muestra. Destacan en esta sección los fotomontajes de carácter simbólico y metafóricos.

3. México. En 1939 regresa a París pero la expansión del nazismo por Europa hace que ese mismo año huya a México con su marido, el pintor andaluz José Horna. México se convertirá en su patria definitiva y su casa en un espacio de encuentro, creación y reflexión. Personajes centrales del surrealismo (Leonora Carrington, Remedios Varo, Benjamin Péret y Edward James), del movimiento pánico (Alejandro Jodorowsky), de la vanguardia artística, literaria y arquitectónica de México (Mathías Goeritz, Germán Cueto, Pedro Friedeberg, Salvador Elizondo, Alfonso Reyes y Ricardo Legorreta) son parte de su vivir cotidiano.

Es aquí donde Kati va a erigirse como cronista de una época, dejando un material incomparable sobre los personajes, obras de teatro, danza, tradiciones, arquitectura y su propia obra personal.

En México va a colaborar como reportera gráfica para las revistas Todo (1939), Nosotros (1944-1946), Mujeres (1958-1968), Mexico This Month (entre 1958 y 1965), S.nob (1962), Diseño (1968-1970), entre otras. Su trabajo en México alcanza un poco más de seis décadas de labor. Los últimos veinte años los dedicó, además de a su obra, a la docencia de la fotografía en instituciones como la Universidad Iberoamericana y la Academia de San Carlos-UNAM, en donde forjó a toda una nueva generación de fotógrafos contemporáneos.

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La vida y obra de Kati Horna es poco conocida, salvo por algunos esporádicos acercamientos a su trayectoria desde textos breves, por tanto, se ha buscado crear un mapa conceptual, artístico y de vida sobre su extensa producción que muestre los documentos, páginas editoriales -no conocidas hasta ahora-, en donde aparecieron sus colaboraciones públicas, y su trabajo como creadora a partir de distintas corrientes artísticas. Además se pretende insertar a Kati Horna dentro de una cultura fotográfica internacional que vincule una corriente avant-garde con una visión humanista.

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Kati Horna (Budapest, Hungría 1912 - México 2000). Las vanguardias visuales que se generaron en Europa durante la década de los años treinta -el constructivismo ruso, la escuela de La Bauhaus, el surrealismo, la nueva objetividad alemana- le proporcionaron a Kati Horna un sólido bagaje cultural que durante toda su vida ejercitaría en su trabajo fotográfico. Realizó fotomontajes, fotocollages -al lado de su marido José Horna-, fotogramas y puestas en escena. Ella asumirá la fotografía como un material maleable, con capacidad de ser moldeado por su autor, al producir diversas impresiones con distinto encuadre. Con ese bagaje artístico llegó a México a finales de octubre de 1939. En el país se vinculó de manera inmediata con la prensa mexicana. Publicará su primer reportaje, sobre los desastres de la Europa que había dejado atrás, el 8 de diciembre de 1939 en la revista Todo. Colaborará también en Nosotros (1944-1946), Mujeres (1958-1968), Mexico This Month (entre 1958 y 1965), S.nob (1962), Diseño (1968-1970), entre otras. Su trabajo en México alcanzó un poco más de seis décadas de labor. Los últimos veinte años los dedicó, además de a su obra, a la docencia de la fotografía en instituciones como la Universidad Iberoamericana y la Academia de San Carlos-UNAM, en donde forjó a toda una nueva generación de fotógrafos contemporáneos.