En swahili, “Kusonga” significa “en movimiento”, desplazarse, el deambular constante que caracteriza la vida en África y la lucha por la supervivencia de los más débiles.
Tras la temporada de lluvias, las llanuras del Serengeti desde las orillas del lago Ndutu en Tanzania, el caudaloso Grumeti, y los meandros del río Mara en Kenya, se convierten cada año en el escenario de la migración de cientos de herbívoros en busca de pastos frescos. Adultos de distintas especies y crías nacidas en los primeros meses del año inician su lento peregrinar agrupados, aprovechando los instintos y capacidades de unos y otros, en un ejercicio de cooperación para la subsistencia único en la naturaleza. A la espera de su llegada se encuentra quizás la mayor concentración de depredadores del planeta.
Las fotografías y dibujos de esta exposición recogen este ir y venir permanente, este dramático éxodo hacia la vida de miles de animales...que contrasta con la frialdad contemplativa de los dueños de su destino.
