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Esto no es una crítica. Esto no es una exposición de emociones ante un lienzo. Desde mi condición de arquitecto y amigo de Rubén acepto el reto de la palabra. 

Comienzo por el diccionario:

_interferencia: 1. Acción y efecto de cruzar, interponer algo en el camino de una cosa.

_cultura: 3. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo

artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

Compartiré tres de las interferencias que Rubén, a través de su obra, desata en esas capas de pensamiento acumulado que llamamos cultura, mi cultura.

La CASA DENTRO DE LA CASA - objeto

En Oika (Japón) hay una casa. La casa N son tres cajas. Dentro de la casa (caja 1) hay un jardín. Dentro del jardín hay un dormitorio (caja 2). Dentro del dormitorio hay un salón (caja 3). Uno no sabe si vive en una casa o un bosque, si duerme bajo un árbol o en una habitación con vistas al jardín. Multiplicar los límites N veces hasta desdibujarlos para darse cuenta que lo interesante no es la caja dentro de la caja, sino lo que sucede entre las cajas, las casas y las cosas. 

El día que fui a ver el trabajo que hoy presenta aquí Rubén, la primera interferencia se produjo con ese Futuro Primitivo de Sou Fujimoto: ?Donde ni la pieza es parte del todo, ni el todo es la suma de las partes. Las partes y el todo se interrelacionan continuamente?. 

?y uno aprende que vive en una barca pero tiene una casa que navega.

eL MUSEO FUERA DEL MUSEO - lugar

Una semana después, decidiendo qué sitios visitar, Sergio dijo: 'aquí, en Santiago, el museo está fuera del museo'. Decidimos no visitar el museo de Álvaro Siza ni la ciudad de Peter Eisenman. Visitamos la huerta y el pazo. Paseamos por las ruinas celtas y las dunas de la playa. Celebramos la Feira da Primavera y un picnic en Bonaval. Comimos mucho y bebimos más. Nos olvidamos de besar al Santo y fotografiar fachadas patrimonio de la humanidad. Y el sitio se convirtió en lugar. Segunda interferencia. 

Si un museo de arte es un contenedor de lo catalogado como obra de arte, un lugar es un contenedor de vida. Nos da el soporte necesario para encontrarnos y encontrarse. Viajar para mantenerse con vida. Rubén está en la plaza, el barrio, el pueblo, la India, Sureste Asiático, Latinoamérica... África!. Mientras una institución con los mismos años que un museo le catalogó como ingeniero de caminos, él salió a pintar a la calle para encontrarse... para encontrarnos.

¡Cazador de lugares! atrapa rincones perdidos rescata objetos olvidados. 

Hoy son aldeas flotantes.

La CAPACIDAD DE OBSERVAR - proceso

La tercera interferencia me sorprende en la lectura de un texto titulado Lugar de Enric Miralles: '..lo mejor de los dibujos está en los estadios intermedios, ese ver aparecer aquello que queda para otro trabajo'. 

No admiro tanto la obra en sí como el proceso. Como si de una conciencia emocional se tratara, desenmascarar el cómo me conmueve más. La obra, la del arquitecto, es precisamente proceso. Allí uno desarrolla la capacidad de observar, para abrir nuevas vías y conectar trayectorias. Rubén hereda y descubre. Se asienta sorprendiendo. La capacidad de observar no consiste tanto o más en la mirada como en tener olfato, saber escuchar y tener mucho tacto. Rubén disfruta de ese estadio intermedio. Sucede allí donde uno viaja, selecciona fotografías o arma un lienzo. Y esa sensación es la que transmite su obra, la del pintor.

observo el lienzo y una vez más allí no hay nadie, 

ese es el silencio necesario para penetrar en esa atmósfera.

Artemio Fochs 

Director del Design Lab Fundación Metrópoli