Miguel Cosgrove: 50 años de belleza y geometría
Este artista visual es uno de los pocos representantes vivos de una generación ligada al movimiento moderno en Chile, en especial en neoplasticismo. “La Infinita Belleza de la Geometría” se presentará en el Centro Cultural El Tranque perteneciente a la Corporación Cultural de Lo Barnechea entre el 16 de octubre y el 14 de enero de 2022.
El artista moderno exhibirá una selección de sus obras en una exposición-merecedora de un Fondo de Cultura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio- que se realizará en el Centro Cultural El Tranque de Lo Barnechea.
De la talla de Matilde Pérez, Ramón Vergara Grez, Kurt Herdan, entre otros, Miguel Cosgrove fue parte del Movimiento Forma y Espacio. Para la muestra, curada por el experto en arte Enrique Solanich, se seleccionaron 37 obras, 21 óleos sobre tela, 7 acrílicos sobre tela...y 9 grabados.
Nacido en Iquique en 1944, Miguel Cosgrove realizó estudios de Pedagogía y Licenciatura en Artes en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, entre los años 1965 y 1971. Aún desarrolla la docencia universitaria en áreas como de creación artística, de ribetes persistentes y plausibles.
El curador de la muestra, relata que en 1969, Cosgrove se incorpora al Movimiento Forma y Espacio, dada su adhesión a la pintura constructivista geométrica, secuela del pensamiento visual de Piet Mondrian (1872-1944) y sus teorías composicionales sobre los ejes horizontal y vertical. “Valga señalar que, a partir de los años veinte del siglo pasado, el holandés se troca en el principal exponente de una nueva modalidad de asumir la pintura abstracta, de implacable diseño geométrico, que denomina Neoplasticismo, postulando la primacía de las figuras planas y el exclusivo empleo de los tres colores primarios más los no colores blanco y negro. La depuración del lenguaje plástico que pregona exige abandonar la figuración y simulación del espacio tridimensional, expurgando los gestos espontáneos o improvisados y las sensuales texturas que pueden alcanzar los pigmentos”, comenta Solanich.
Y añade que las líneas en las que trabaja Cosgrove son, por un lado, la experimentación con el color y sus variaciones en tono, matiz e intensidad, asumiendo que cada uno tiene su valor preciso cotejado con otros y que la forma y la línea se potencian por los diferentes valores y sensaciones físicas que portan, sea avanzando o retrocediendo en el plano, prescindiendo, para ello, de las maniobras ilusionistas, propias de la perspectiva euclidiana y el modelado y, por otro lado, las variaciones ilimitadas que ofrece la geometría, como fundamento teórico y morfológico de sus diseños, unidas las sugerencias ópticas derivadas, interrogándose sobre los desafíos que supone la estructura del soporte bidimensional y las posibilidades oculares que proveen los ejercicios compositivos lineales.
Entrada actualizada el el 15 sep de 2021
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