VENCEJOS
Yo digo que el pintor y el explorador tienen mucho en común. Estás pintando tan tranquilo y, de repente, ¡zas!, tienes una revelación. Se acaba de presentar así, sin más, donde menos la esperabas. Acabas de descubrir una puerta. Un paso. Ahora te puede la excitación. No sabes si dejarte ir o controlar. Te vas a volver loco. Traspasas la puerta y llegas a un mundo nuevo. Limpio y transparente. Te sientas en un alto y contemplas todo. Dibujas un poco. Luego caminas y llegas a una casa junto a una arboleda. Allí vive un pintor que no soy yo. Está fuera pintando. Junto a los árboles. Creo que no me ha visto. Sigo caminando y no le interrumpo. Después me entra el sueño. Me tumbo al pie de un chopo. Duermo. Sueño que soy pintor. Estoy pintando junto a una casa. Hay una hermosa arboleda. Pero yo estoy pintando...otra cosa. Luego pasa junto a mí un caminante. Me doy cuenta de que el caminante soy yo. Soy el pintor y el caminante. Me despierto. Vuelvo sobre mis pasos en busca de la casa y la arboleda. Ahora la casa está cerrada. No veo a nadie. Quizás el pintor haya salido a pasear y me encuentre con él por los campos. Camino. Los vencejos cruzan el aire como locos. Como locos. Vencejos.
Emilio González Sainz
Periedo, Abril 2023
Entrada actualizada el el 08 jun de 2023
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