Exposición de pintura reciente del artista Vicent Carda.
El pintor Vicent Carda (Borriana 1962), expone su nueva serie, La presència de l'absència, en la Galería Quiosc de Tremp (Lleida). La exposición es la continuación de la serie Horitzons que expuso en el 2014 en la Galería Cànem de Castelló.
Una vez más Vicent Carda nos introduce en la interpretación imaginaria y como en las anteriores series el color cobra una gran importancia en la plasticidad de sus obras. El artista borrianense se caracteriza por la utilización del color y la textura, por la sensación y efecto que produce ante el visitante la superposición de color, suave esta vez, creando esa abstracción íntima que el artista lleva años componiendo.
Una abstracción que recoge vivencias, angustias, soledades, pero también amores. Una pintura que ha ido desarrollando su abstracción hasta llegar al minimalismo, aunque él siempre se considera un pintor abstracto. Una obra aparentemente sencilla que...esconde un periodo complejo para el artista en su interior.
Con estas nuevas pinturas, ventanas que nos dejan ver o tal vez nos impiden hacerlo se pretende alcanzar la sublimidad inmaterial de la realidad y hacer que el espectador abandone su subjetividad ante ellas. "No son pinturas geométricas", responde Vicent Carda, "pero si lo son, que sea una geometría al servicio de la contemplación espiritual, de las respuestas emocionales a la vida".
Si las anteriores pinturas las que hacían referencia a ese viaje a la isla de Lanzarote (Titerroigatra) a ese reencuentro con uno mismo incorporaba la línea del horizonte y lo dividía en dos, ahora en esta nueva serie (La presència de l'absència) esa línea se convierte en una gramática pictórica multiplicada y ampliada.
Cada línea, cada banda, cada pincelada ancha y espesa, formula una abstracción que propicia la ausencia. Son ventanas o paisajes abiertos para así poder comunicar la sublimidad inmaterial de la realidad, una realidad imaginaria. Las líneas y las bandas de color toman un gran protagonismo en estas recientes obras. La noción de lo sublime y la idea de lo personal se hacen más notorias, la ausencia se hace palpable, no hay nada, la presencia en cambio lo inunda todo.
Al final lo que pretende Vicent Carda es enfrentar al espectador ante una obra emotiva, sensible. La intención no es otra que reubicar la mirada del espectador para que forme parte de esa presencia y con ello superar la ausencia.
Entrada actualizada el el 28 mar de 2016
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